En el estadio 15 de Abril, Unión derrotó por 1-0 a Vélez por el golazo de Ignacio Malcorra de tiro libre y así volvió al triunfo, en uno de los partidos que le dieron continuidad a la 6ª fecha de Primera División. El Rojiblanco tuvo que sufrir bastante, porque sobre el final del primer tiempo fue expulsado Enrique Triverio, quien lo dejó con uno menos ante un Fortín que en el complemento buscó con todo el tanto del empate. De esta manera, los santafesinos llegaron a los 11 puntos y estiraron su racha a 18 juegos sin conocer la derrota.

En los primeros 15’, pese a que fue muy parejo, la iniciativa fue siempre del elenco de Leo Madelón. Más allá de la presión que ejerció el dueño de casa, también utilizó el carril derecho con Sebastián Caballero. Mientras que los hombres de Miguel Russo buscaron recuperar la pelota en el mediocampo para salir rápido con Leonardo Villalba o con pelotazos a Milton Caraglio o Mariano Pavone.

El Tate pegó primero. Fue a los 10’, cuando cantó gol con un remate espectacular de tiro libre de Ignacio Malcorra que se clavó en el palo del golero Sebastián Sosa, tras rebotar en el travesaño.

Dos caras

A pesar del resultado favorable a Unión, los minutos pasaron y comenzó a sufrir en defensa, porque con poca claridad el visitante llegó en varias ocasiones al arco de Nereo Fernández, que tres veces ahogó el empate del visitante: primero a Villalba, luego a Caraglio y después a Pavone, dejando en evidencia, en algunas aproximaciones, lo complicado que se le hizo a Leonardo Sánchez aguantar al Tanque Pavone.

Luego de los 30’ y en un cotejo peleado y poco claro, fueron los santafesinos los que se impusieron con mucho ímpetu, aspecto que a veces en el fútbol también es necesario para superar a un rival. Incluso a los 46’, Gamba, de rabona, tuvo la chance de marcar el segundo gol, pero un defensor la sacó al tiro de esquina.

Roja imprevista

Justamente en la salida de dicho córner hubo un codazo de Enrique Triverio que, después de haber sido informado por el primer asistente Juan Pablo Bellatti, el árbitro Jorge Baliño lo expulsó. Así, con un final movido desde las reacciones de los futbolistas y con un mala actuación del juez del cotejo, se fueron todos a los vestuarios y con Unión arriba en el marcador, pero sabiendo que debería afrontar el resto del pleito con un hombre menos.

Puso el corazón

El complemento lo tuvo al local presionando en varios pasajes como si no tuviese un hombre menos, pero también se paró ordenado atrás tomando los recaudos para no ser sorprendidos con los pelotazos frontales de Leandro Somoza buscando a los tanques que, sobretodo con Pavone, llevaron riesgo. Y el primer tiro de peligro nuevamente contó con un impecable Nereo Fernández para ganarle el vuelo a Leandro Rolón, despejando el remate al tiro de esquina.

El trámite hizo que el Fortín adelantara sus líneas por sobre el bloque defensivo local, aspecto que leyó Madelón y por eso puso en cancha al volante central de marca Manuel De Iriondo y sacó a Diego Villar. Con esta variante, Unión colocó un socio de marcación para Mauricio Martínez. Tampoco hay que dejar de destacar el barullo que le hizo a los centrales rivales Lucas Gamba, quien también se fue para ganar el potencia con Fernando Coniglio.

Era lógico que con el paso del tiempo Vélez se metiera de lleno en campo Tatengue, que retrocedió peligrosamente. Esto también se debió a que con la salida de Pipa Villar solo quedaron en campo volantes carrileros y defensivos. Pero con un Vélez jugado al ataque y el Rojiblanco posicionado en su zona, Madelón colocó a Juan Gabriel Rivas para meter pausa y respiro.

Los dueños de casa taparon los huecos, para que la visita apueste a tiros frontales. El reloj corrió y Unión se quedó con triunfo a puro corazón y con mucha testosterona para cortar la serie de empates en fila y para estirar el invicto a 18 partidos.