Unidad Ciudadana armó un escándalo y no sesionó

Unidad Ciudadana armó un escándalo y no sesionó

La oposición tenía el número para imponerse en el debate porque había faltado la concejal radical Nazarena Mesías. Sin embargo, el recién asumido Juan Soto (Frente Renovador) no bajó a la sesión y el oficialismo terminó siendo mayoría. 

Ofuscados, los ediles de los tres bloques de Unidad Ciudadana abandonaron el recinto y salieron a la calle a acusar que hubo acuerdo para beneficiar a Cambiemos y perjudicar a los trabajadores de la UPA. La sesión se hizo igual porque hubo quórum. ¿Peligra la unidad del peronismo en el distrito?TAGS: LANúS, SESIóN, CONCEJOFacebookTwitterCorreoTelegram

Era la oportunidad del año para la oposición en el Concejo Deliberante de Lanús. Tal como estaban conformadas las bancas cuando el viernes pasado por la tarde inició la jornada legislativa, que estuvo dividida en tres momentos, los números daban para que el oficialismo perdiera la votación, en particular la polémica “municipalización” de la Unidad de Pronta Atención (UPA), debido a que la concejal radical Nazarena Mesías continuaba de vacaciones y se ausentó.

 

A causa de ello, ocurrió algo que las tres bancadas de Unidad Ciudadana (UC) aseguraron que fue una negociación entre Cambiemos y el Frente Renovador (FR): luego de la jura del concejal massista Juan Manuel Soto, que reemplazará al fallecido Rubén Ferretti, se pasó a un cuarto intermedio. Los concejales subieron a sus despachos y luego sonó el timbre que los llamaba para realizar la Asamblea de Concejales y Mayores Contribuyentes. Soto no bajó al recinto (se habría retirado del HCD), y entonces quedaron once ediles opositores y once oficialistas, pero por reglamento, estos últimos cuentan con el voto doble del presidente del Cuerpo en caso de un empate en la votación.

 

Dicho sea de paso, la asamblea votaba una modificación en la Ordenanza Fiscal e Impositiva 2019 para incrementar las alícuotas en el cobro de tasas a grandes contribuyentes y supermercados, lo cual contó con la positiva de los once ediles del oficialismo y los 17 contribuyentes acercados por sus ediles, y con la negativa de los nueve de UC y los dos del FR.

 

Fue entonces que los nueve concejales kirchneristas observaron que su par massista no estaba y que, por esa razón, volverían a ser minoría. Tras la votación, en la que fueron derrotados, abandonaron la sala haciendo un gran revuelo, salieron a la calle para contarles lo ocurrido a los trabajadores de la UPA 3 de Villa Jardín y a organizaciones gremiales y políticas que se manifestaban en contra del convenio, que -advierten- sería el primer paso hacia la “privatización” y degradaría el servicio del centro de salud y las condiciones laborales.

 

En la puerta del palacio legislativo se encontraban dirigentes y militantes de ATE, CTA Autónoma, CTA de los Trabajadores, Frente Popular Lanusense, Movimiento de Acción Popular (MAP), UPCN, Nuevo Encuentro, entre otros espacios. Tomó la palabra Edgardo Depetri (UC-FpV), quien expresó que se sintió “la ausencia del concejal Ferretti”, con el cual habían “coincidido en numerosos tratamientos de ordenanza que defendían al pueblo de Lanús y a los trabajadores”.

 

En esa línea, sobre lo acontecido, arengó: “pueden hacer trampas, pueden apretar, pueden negociar entre cuatro paredes, ahí adentro, pero acá afuera, con los trabajadores en el UPA, en el barrio, en los sectores populares, no lo pueden hacer, ahí van a ser rechazados y van a ser repudiados por la mayoría del pueblo de Lanús, de la provincia de Buenos Aires y de todo el país.”

 

Mientras eso ocurría, adentro sonó el timbre para convocar a la segunda sesión ordinaria del año (tercer momento de la jornada). En el recinto estaban sentados once ediles de Cambiemos (sin Mesías) y dos del FR (Sebastián Beroldo y Marcela Fernández de Pallares, sin Soto). Debido a que hubo quórum, el tratamiento de los proyectos tuvo lugar.

 

A esa altura surgían las preguntas sobre cuánto quedaría afectada la pretendida unidad del peronismo en Lanús de cara a las elecciones ejecutivas de este año, ya que el diálogo entre los tres sectores de UC y el FR es permanente en ese sentido. Después, Depetri aseguró a la prensa que la unidad no correría riesgo y que desde su espacio seguirían llamando a la discusión política y al armado de “un gran frente contra el macrismo”.

 

La sesión prosiguió y, finalmente, aunque Beroldo y Fernández se opusieron a la ordenanza de la UPA, fue aprobada por mayoría. La norma autoriza al Departamento Ejecutivo a suscribir el convenio específico con el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires para la colaboración, la prevención y la promoción de la UPA 3 de Villa Jardín.

 

Sobre este panorama, caben dos reflexiones: por un lado, la falta de compromiso de parte de Mesías al haber pegado el faltazo, ya que puso en riesgo tanto la supremacía de su bloque en el recinto como el quórum, en un año que estará atravesado por los vericuetos del proceso electoral; y por otro, que el rechazo de parte de UC a la modificación en la Ordenanza Fiscal Impositiva también se podría interpretar como una falta de responsabilidad, teniendo en cuenta las dificultades de recaudación del Municipio.

 

Otros proyectos

 

También se aprobó la derogación de la ordenanza 9237 sobre habilitación y funcionamiento de panaderías mecánicas o confiterías, para reemplazarlo por otra.

 

Sobre esa propuesta, el concejal de Cambiemos y secretario general del Sindicato de Obreros Panaderos, Gabriel Ruiz, explicó que proviene de la Cámara Empresaria y del gremio, y destacó: “No solamente no ha quedado durmiendo en el escritorio esta ordenanza, sino que conjuntamente la responsabilidad que nos corresponde a cada uno, tanto al Ejecutivo como a los empresarios como a la organización gremial, nos vamos a poner a trabajar codo a codo para proteger a la industria panadera local.”

 

Asimismo, resaltó que “con esta herramienta, los trabajadores van a poder defender esta industria que lamentablemente hace muchos años que viene muy manipulada”.  

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