Con el aumento de la potencia de los procesadores, del tamaño de las pantallas, y al crecer también el consumo de datos, los smartphones actuales “devoran” la batería. Pero si se quiere prolongar su autonomía, modificar algunos aspectos de la configuración puede ofrecer algunas horas extras.

Brillo. La mayoría de estos celulares ofrecen la posibilidad de ajustar el brillo automáticamente en función de la luz del ambiente. Activar esta opción o mantener fijo el brillo de la pantalla a un nivel intermedio, puede hacer ganar horas de autonomía. La alimentación de la pantalla representa uno de los apartados de mayor consumo del dispositivo.

Vibración y tonos sonoros. A la hora de ahorrar batería todo suma. Los sonidos de notificaciones, las vibraciones o los tonos sonoros cada vez que se pulsa una tecla consumen energía.

Sincronización.

La conectividad de los smartphones, los servicios como el correo, las aplicaciones, hace que el celular esté continuamente recibiendo datos. No todos los usuarios tienen las mismas necesidades. Aplicaciones como Facebook o Gmail permiten escoger la frecuencia con la que se buscan nuevos mensajes. Por ejemplo, cada dos o cuatro horas, y no al instante.

GPS, Bluetooth, W-Fi.

Para ganar batería hay que activar las herramientas como el GPS, los servicios de ubicación o el Bluetooth solo cuando se necesitan. Del mismo modo, usar una conexión Wi-Fi para conectarse consume menos batería que conectarse a la red móvil.

Datos. En zonas de poca cobertura puede ser preferible desactivar los datos o poner el teléfono en modo avión (cuando no hay necesidad de recibir llamadas), así lo recomiendan los distintos fabricantes.

Apps en segundo plano.

Los fabricantes aconsejan cerrar o detener las aplicaciones que no estén en uso. Si el dispositivo no trae un gestor de tareas, hay aplicaciones pensadas para cerrar las apps que quedan abiertas en un segundo plano.