Tragedia Tarefera: no hubo controles sobre la ruta y los trabajadores estaban en negro

Tragedia Tarefera: no hubo controles sobre la ruta y los trabajadores estaban en negro
Lo confirmó Héctor Miranda, de 29 años, un testigo que viajaba en el camión que volcó el lunes sobre la ruta 220, provocando 5 muertos y varios heridos, dos de los cuales están con pronóstico reservado. Miranda sostuvo que pasaron por las localidades Campo Viera, Campo Grande y Aristóbulo del Valle, que no hubo ningún control sobre la ruta 14 y que todos los tareferos estaban en negro
Se conoció esta mañana las declaraciones en sede judicial de uno de los tareferos que viajaban en el camión que volcó en la ruta 220 el lunes, a 400 mts. del Salto Encantado (Aristóbulo del Valle), provocando el deceso de 5 tareferos. Se trata de Héctor Miranda, un tarefero de 29 años de Villa Bonita, que confirmó que durante todo el trayecto no hubo controles policiales y que todos los trabajadores que se encontraban siendo trasladados en forma ilegal e irregular, eran contratados en negro, sin relación de dependencia ni ningún tipo de cobertura médica o previsional. El testimonio es importante porque pone de manifiesto la falta de controles por parte del Estado, más allá de que se sostenga que el vehículo tenía la verificación técnica y funcionaba correctamente hasta que se produjo un desperfecto en los frenos. “Estábamos todos trabajando así nomás, como dicen, en negro, y no teníamos seguro ninguno de los trabajadores”, aseguró Miranda en sede judicial.

Miranda es el hermano de Julio César Franco, el conductor del vehículo y capataz de la cuadrilla, quien permanece internado, al igual que su hijo, que también viajaba con él cuando se produjo el siniestro. El joven declaró que había sido avisado por su hermano para ir de viaje a Colonia Cerro Moreno, en Aristóbulo del Valle, donde montarían un campamento para cosechar yerba. “Salimos a las 7 de la mañana de Villa Bonita (y en) el km. 21 de Campo Viera (…) paramos y acomodamos la carpa que tenía la carrocería del camión. A las 9,30 salimos nuevamente, tomando por la ruta nacional 14 y circulamos por donde pasamos las tres rotondas de Campo Viera (hasta) llegar a Salto Encantado de Aristóbulo del Valle, donde hicimos la última parada ya que el camión venía frenando mal”. Según el relato de Miranda, se detuvieron en ese lugar para reparar el freno y volvieron a emprender la marcha.

Poco tiempo después toman por la ruta 220, sin eludir ningún control. Por cierto, de acuerdo a este testimonio, los controles sobre la ruta 14 no estuvieron presentes en todo el trayecto de varios kilómetros entre las localidades de Campo Viera, Campo Grande y Aristóbulo. Esto es importante porque un control podría haber detenido al camión y evitado la tragedia.

Cerca de las 14 se desenlaza la tragedia de los tareferos, cuando en una pendiente en bajada a unos 400 mts. del Salto Encantado, Franco no pudo meter un cambio de velocidad baja mientras descendían por la pronunciada pendiente. Miranda declaró que, estando en la cabina del conductor, sintió un ruido cuando se averió la caja de cambios y el vehículo comenzó a tomar más velocidad. En este momento se arrojó del vehículo y les gritó a las 22 personas –muchos de ellos menores- que se encontraban en el camión, que también hagan lo propio.

“Luego de eso ví que agarró mucha velocidad el camión y lo perdí de vista para luego escuchar un fuerte ruido. Me fui corriendo a observar lo que había sucedido y me encuentro con que el camión chocó contra un árbol y todos mis familiares y compañeros se halaban tirados por todos lados”, declaró el joven protagonista del trágico siniestro evitable.

Comentá la nota