En los teléfonos inteligentes que visten Android, cualquiera puede modificar su entorno o renovarlo. Desde la apariencia, la configuración de fábrica, hasta el sistema operativo, todo puede adaptarse. Para tomar el control sobre el aparato, los secretos para una personalización a fondo, en tres niveles de profundidad.

De acuerdo al riesgo que se esté dispuesto a asumir y la experiencia que se maneje, la progresión de los cambios se puede repartir en básico, con reformas superficiales basadas en aplicaciones; intermedio, donde el reto es convertirse en Superusuario y eliminar juegos, programas o funciones reservadas a las operadoras; y avanzado, donde la idea es instalar un MOD o versión modificada del sistema operativo y borrar el anterior.

Básico.

Para revolucionar la capacidad del escritorio, los widgets y el entorno del sistema, lo más simple es un Launcher. Se trata de una capa gráfica que se ejecuta sobre Android, que consume poca batería y ofrece altas posibilidades de transformación. Estos softwares funcionan como una aplicación más: hay que instalarlos y condimentar las funciones a gusto. Si no es lo que se esperaba, se pueden quitar y volver a lo de siempre. Todos tienen una versión libre y una con algunos chiches más, paga.

El más popular es Nova Launcher , con muchos temas (aspectos visuales) disponibles y un importante número de ajustes que van desde las transiciones, el menú de inicio y el dock. El tema predeterminado es el Vanilla, típico de los teléfonos Nexus de Google. Requiere Android 4.

En la misma línea va Go Launcher , que es sumamente adaptable, con íconos, temas e incluso fuentes. ¿Su ventaja? Está disponible de Android 2.0 en adelante.

Algo menos invasivo, Pattrn es una aplicación muy hipster , con diseños refinados y variados, que cambia a diario automáticamente el fondo del escritorio. También permite hacerlo en forma manual. Para convertir la música guardada en alarmas, notificaciones y tonos, Ringdroid es la clave.

Intermedio.

Los smartphones adquiridos a través de las operadoras vienen con aplicaciones y funciones molestas que no se pueden remover. Lo mismo ocurre con todo el entorno Google (Google+, Play Music, Chrome, Hangouts). Al adquirir permiso de Superusuario , se lograr un control absoluto de todo el sistema y un mejor rendimiento del hardware. Luego, se pueden instalar aplicaciones especiales.

Para ser Superusuario hay que seguir un proceso de tres pasos. Puede ser algo delicado, y hay que seguir las instrucciones al pie de la letra. Para no pifiar en ningún detalle, hay algunos sitios como Ready2Root (http://es.ready2root.com), que recopilan herramientas para cada dispositivo y brindan guías en video distinguiendo marca y modelo.

Avanzados.

Una vez que los aparatos con Android –pueden ser celulares o tabletas– agotaron sus actualizaciones oficiales, en un par de años ingresan en la categoría fósil. Para darles una segunda oportunidad, se le puede instalar una versión renovada del sistema.

Los teléfonos celulares vienen con una Stock Rom, proporcionada por el fabricante y por lo general, adaptada por el operador. La idea es remover el ROM obsoleto y cargar uno actualizado.

Uno de los de ROM más buscados es Cyanogenmod (www.cyanogenmod.org), un firmware avalado por la comunidad Android que soporta gran cantidad de dispositivos, añade funciones extra, es muy estable y reduce el consumo de energía. Y si bien sus creadores pasaron de ser una organización sin fines de lucro a una empresa, todavía quedan sus mejores ROM dando vueltas.

El procedimiento consta de varios pasos. El primero será rootear el móvil. No hay que tener miedo pero sí cuidado. No existe un método universal ya que cada modelo tiene sus propias reglas. A modo de ayuda se puede consultar varios tutoriales como los de Androidzone (http://androidzone.org).