Desde las primeras filas, integrantes de la comisión directiva aplaudían a rabiar la firma del convenio para la construcción de 150 viviendas para trabajadores del sector. Algunos hasta se pusieron de pie cuando Oscar Cruz, ahora exsecretario general de la UTA; el ministro de Economía, Carlos Parodi, y el entonces interventor del IPV, Matías Posadas, sellaron el acto con enérgicos abrazos.

Ese día, algunos dirigentes del sindicato, acomodos de por medio, ya daban por consumado el sueño de la casa propia, tanto para ellos como para varios de sus parientes.

En la confección de la nómina no pesaron las necesidades habitacionales de otros afiliados. La selección a dedo benefició, entre otros, a cuatro miembros de la comisión directiva que se fue de la UTA hace dos meses.

Néstor Fortunato García se desempeñaba como secretario gremial de la UTA. Según los registros de la Dirección General de Inmuebles, su esposa, Dolores del Carmen Jaime, tiene a su nombre una propiedad en calle Las Gallaretas 3034, en el barrio Solís Pizarro.

Pese a ese impedimento, Néstor García se quedó con una plaza de las 150 viviendas que se construirán en algún momento en barrio El Huayco. Desde el cargo que ostentaba, además, logró anotar para el reparto de las casas del IPV a su hijo, Néstor Federico García, y a un sobrino, Mario Alberto García.

José Miguel Barrera, exsecretario de Difusión y Actas de la UTA, figura como titular de una casa en La Banca 998, en Villa Constitución. No obstante, su nombre está en la lista que Matías Posadas mandó a la gerencia social del IPV el 23 de diciembre.

Osvaldo Rodolfo Cabezas, cuñado de Oscar Cruz, también es titular registral de un tercio de una propiedad ubicada en Los Tilos 398, en Tres Cerritos.

Manuel Alejandro Gallardo, otro de los beneficiarios que aparece en la nómina de la UTA, es propietario desde el 16 de marzo de 2011 de un inmueble en Los Glaciares 1263, del barrio Parques Nacionales.

Además de Néstor García y José Miguel Barrera, los dirigentes de la UTA José Luis Acevedo y José Antonio Magno hicieron valer sus cargos de vocales por encima de las necesidades habitacionales de sus compañeros.

La donación de una casa a favor de un familiar no se muestra como una opción exclusiva de la familia de Oscar Cruz. Walter Sebastián Ignes, quien trabaja en Saeta, aunque su nombramiento nunca fue publicado en el Boletín Oficial, era titular de un 25 por ciento de una vivienda ubicada en Carlos Forest 997, en barrio Lamadrid. Hoy, sin embargo, no figura con nada a su nombre ya que la donó en 2003 a un hermano.