Para San Martín volver a ganar es prioridad y que enfrente esté Rubén Darío Forestello orientando a Talleres hace que el juego de esta noche entre ambos sea especial tanto afuera (por los hinchas) como adentro (para los jugadores) de la cancha. Por ello el tiempo de reencuentros caerá desde las 21.30 en Concepción. Con urgencias de ambos lados porque el Verdinegro busca prenderse arriba y Talleres necesita los 3 puntos porque está en zona de descenso y otro traspié dejará sin trabajo al "Yagui". Muchos condimentos para un partido por demás especial para el que reencontrarse con el triunfo manda.

Para San Martín, que hace 3 fechas que no gana pero viene de un empate importante ante Sarmiento de Junín 2-2, será un juego clave porque de ganarlo seguirá latente la posibilidad de meterse en los puestos de ascenso, además de venir de una semana corta de trabajo y sabiendo que el lunes ya tendrá que jugar nuevamente, ante Unión en San Fe.

Para el compromiso de hoy ante la "T", Azconzábal mantiene el 4-4-1-1 que debutó al fecha pasada, con Leandro González de media punta y el sanjuanino Lucas Salas como único atacante. Lo que si cambiará será la mitad de la última línea, dado que Deivis Barone se desgarró y Lucas Kruspzky llegó a las cinco amarillas. Por el central ingresará Santiago Hoyos y por el lateral Hugo Iriarte. El resto, con Mauro Bogado recuperado de su esguince, será el mismo equipo.

Por el lado de Talleres el momento es crítico. Hace 10 fechas que no gana, esta en zona de descenso y Forestello, que tomó al equipo hace 7 fechas, se juega su continuidad. El martes le confió en una entrevista exclusiva a DIARIO DE CUYO que "si no se logra el resultado positivo casi seguro tendré que dar un paso al costado", pero confiando en sus jugadores porque considera que en varios partidos no "ligó" y la hicieron goles ingenuos.

Pero también está la otra arista de la vuelta a Concepción del "Yagui", quien lo orientó en Primera División y que estuvo a un triunfo de la hazaña de mantener la categoría. A partir de esa campaña que duró sólo 3 meses, el reconocimiento hacía su trabajo y persona estuvo, a tal punto que dos veces se lo tentó para regresar a dirigir al Verdinegro, pero por problemas familiares no hubo acuerdo. Pero admitió que sigue y seguirá teniendo un aprecio enorme por el club y su gente a tal punto de afirmar que hoy, cuando ingrese al estadio "se me va a caer un lagrimón", en un noche especial y con tiempo de reencuentros.