Un tiempo para cada uno, no le hizo mal a ninguno…

En el clásico de los sistemas tácticos, las ideologías invertidas y las situaciones cambiantes, Estudiantes y Gimnasia sellaron un empate y dejaron conformes a miles de seguidores que se mantuvieron expectantes durante la primaveral tarde del domingo.

Con un tiempo para cada uno, el resultado final se ajusta a lo que los equipos mostraron dentro del campo de juego, y a lo que se intuía que podía ocurrir en la previa. 

Estudiantes, desafiante desde su estrategia de salir jugando y no darle prioridad a la pelota parada, cayó en la trampa del Lobo, que lo presionó forzando los errores y lo lastimó en la pelota parada. 

Gimnasia, con las enseñanzas que Troglio heredó de Bilardo, le clavó un puñal a los 21 minutos, cuando desnudó la inocencia la defensa para marcar en zona en un córner, en el cual Barsotini cortinó a Meza empujando a Gil Romero y terminó enmudeciendo el Estadio Unico. 

Los gritos de desahogo que llegaban desde el Bosque se contraponían a los de bronca de los plateístas albirrojos, que sentían como el Lobo empezaba a ganar el clásico con las mismas armas que se ufanaron durante toda una vida en el laboratorio de City Bell. 

Con Fabián Rinaudo bien encima de Gastón Fernández y Oreja interpuesto en el camino de Cerutti, Bonifacio se hizo un picnic con Barbona y Estudiantes ingresó en un laberinto sin salida. 

Apenas el empuje de Damonte y una arremetida con falta de Auzqui sobre el final del primer tiempo le permitieron al equipo de Milito marcar un gol que fue anulado por Beligoy, entre reclamos y polémica. 

Lo empató de lateral a lateral…

En el segundo tiempo Gimnasia se metió peligrosamente atrás y no pudo contrarrestar la embestida de su rival.

El tardío ingreso de Diego Mendoza (no se explica cómo no jugó de entrada) le cambió la cara al Pincha, que encontró más opciones para generar peligro desgastando a Barsotini y Coronel. 

Dos intervenciones de Nicolás Navarro anunciaban que el empate de Estudiantes estaba al caer, y casi más por inercia que por buen juego, Jara decretó la igualdad cuando se encontró  con la pelota solo adentro del área tras un centro de Pereira. 

Los últimos 30 minutos del partido tuvieron a Estudiantes como protagonista, consolidando el dominio en el segundo tiempo y transformando a Nicolás Navarro en la figura de la tarde, luego de taparle un remate a Cerutti, otro a Mendoza y uno a La Gata Fernández. 

El Lobo también lo pudo ganar en un contragolpe, cuando Bonifaccio encontró espacios para proyectarse en las espaldas de Pereira y sacó un remate que exigió a Hilario Navarro. 

Extenuados, los jugadores llegaron al descuento conformes con el empate que Beligoy terminó decretando luego de una polémica entre los correntinos Meza y Jara, cuando el defensor de Estudiantes lo derribó dentro del área provocando el reclamo del cuerpo técnico de Troglio.  

Después de todo... un tiempo para cada uno no le hizo mal a ninguno. 

La ciudad está en paz. 

LA SINTESIS

Estudiantes: Hilario Navarro; Leonardo Jara, Sebastián Domínguez, Leandro Desábato y Alvaro Pereira; Israel Damonte y Gastón Gil Romero; Ezequiel Cerutti, Gastón Fernández y David Barbona; Carlos Auzqui. DT: Gabriel Milito.

Gimnasia: Nicolás Navarro; Ezequiel Bonifacio, Osvaldo Barsottini, Coronel y Facundo Oreja; Alvaro Fernández, Fabián Rinaudo, Ignacio Fernández y Rojas; Mazzola y Maximiliano Meza, DT: Pedro Troglio.

Goles: PT: 22m. Meza (G). ST: 15m. Jara (E).

Cancha: Estadio Ciudad de La Plata.

Arbitro: Federico Beligoy

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