Los investigadores creen que será cuestión de horas para obtener avances firmes en el caso que investiga la muerte de Rodolfo Yamil Abraham, el hombre de 75 años ultimado el domingo pasado en Guaymallén cuando ladrones intentaron quitarle su vehículo.

La esperanza de los pesquisas del caso, liderados por el fiscal departamental Tomás Guevara, reside en el testimonio de una persona que aportó el alias del presunto autor de los disparos.

Un vecino del lugar donde ocurrió el hecho, en los límtes del barrio Gomensoro, observó la secuencia del intento de robo y declaró formalmente en el expediente. Los datos fueron remitidos de la Justicia a la Unidad Investigativa Departamental (UID) que se encuentra tratando de corroborar y precisar la información.

Según indicaron los sabuesos policiales, se trata de “una persona que no tiene antecedentes graves y opera en un grupito de la zona. Es difícil dar con ellos porque no ha habido crímenes en esa calle durante los últimos años”.

Las fuentes ligadas al caso esperan que, en caso que existan futuras detenciones, el testigo "no se eche para atrás" y cambie su versión en el expediente o evite identificar a los presuntos homicidas en una rueda de reconocimiento.

El fiscal también espera un adelanto de la necropsia que realiza el Cuerpo Médico Forense (CMF) sobre el cuerpo del hombre. Si bien quedará definido con esta pericia, los investigadores creen que fue un sólo disparo de una pistola calibre 22 el que le quitó la vida a Abraham tras ingresar por su tórax.

Si bien algunos testigos asegurar haber escuchado más de una detonación, se cree que el resto de las veces que gatilló el asesino –al menos en dos ocasiones más- fue para amedrentar a la víctima, quien se resistía del asalto con un palo.

A sangre fría

Faltaban pocos minutos para las 20 del domingo pasado, cuando Rodolfo Abraham se encontraba circulando en su VW Gol Trend por calle La Paz y Gomensoro. El hombre había ido a buscar a su pareja, Ana Isidora (60), a su casa para acudir juntos a un cumpleaños.

Mientras esperaba en el asfalto, un grupo de asaltantes lo abordó y comenzó a amenazarlo con un arma de fuego. Lejos de amedrentarse, la víctima tomó un palo que llevaba escondido en el habitáculo del rodado y se trenzó en una pelea con los ladrones.

En medio de ese forcejeo, uno de los ladrones le disparó a quemarropa al hombre y huyeron del lugar sin lograr su cometido. El hombre murió en el lugar y no alcanzó a ser asistido por una ambulancia que llegó minutos después.