El proyecto de ordenanza faculta a los inspectores de tránsito municipal a realizar un test, similar al del control de alcoholemia, y prevé multas para los infractores.

Si bien la propuesta fue archivada el año pasado por la UCR en el Concejo Deliberante, Siciliano busca reflotarla a partir de la “cantidad de accidentes provocados por la presencia de droga en sangre”. Es por ello que el edil solicitó una audiencia con el ministro de Gobierno de Córdoba, Walter Saieg, “para ver de qué manera podemos hacer estos controles junto a la Provincia de Córdoba, a través de la Policía, como en la actualidad se está haciendo con el control a motociclistas”.

Sicialino explicó que se trata de un método de control que ya se utiliza en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario, Corrientes y también en la localidad cordobesa de San Francisco; se cobran multas que van desde los mil hasta los 10.000 pesos y en algunos casos hasta se retira el carné de conducir.

“Este proyecto tiene como objetivo cambiar lo que hasta ahora ocurre en la ciudad: podés conducir drogado siempre y cuando no estés borracho. Por lo tanto, al presentar este proyecto habilitaríamos a los inspectores de tránsito municipal para que además de controlar con el aparato que detecta alcohol en la saliva expirada, también pudieran detectar presencia de estupefacientes”, dijo. Además, indicó que se puede realizar con un único aparato o con dispositivos distintos.

El concejal aclaró que el proyecto no pretende legislar sobre el consumo de drogas sino evitar que aquellos que hayan consumido cualquier tipo de estupefacientes manejen.