Un Techo para mi País construirá 28 casas en 14 de Febrero

Fueron asignadas a partir de un catastro realizado en abril último. Están destinadas a familias de ese barrio de Longchamps que se encuentren en situación de “hacinamiento”. Los propietarios deberán participar en la edificación y hacer un “pago simbólico”. Empiezan mañana.
De las 250 casas que Un Techo para mi País erigirá en varios puntos del mapa nacional, 28 serán construidas este fin de semana en el barrio 14 de Febrero de Longchamps, Almirante Brown. La zona fue seleccionada tras siete meses de trabajo social y búsqueda de información que realizaron los voluntarios, para determinar “prioridades de asignación” de las viviendas a las familias que vivan en condiciones de pobreza y hacinamiento. Los flamantes propietarios deben hacer un “pago simbólico” del inmueble y “comprometerse” a participar en la edificación.

El objetivo del colectivo latinoamericano es mejorar la calidad de vida de las personas de asentamientos irregulares desde un derecho esencial: contar con un lugar digno para vivir. Las obras que realizan son básicas -de madera y chapa- pero dispuestas para reparar a los grandes y los chicos de las temperaturas extremas y evitar la convivencia de varios núcleos vinculares en un mismo espacio.

Esta noche, 200 voluntarios se concentrarán en los “puntos de envío” del Conurbano, como La Matanza, desde donde partirán a diferentes zonas de labor. A Brown la mayoría llegará desde Quilmes, referencia para los bonaerenses sureños, y la Ciudad de Buenos Aires. Mañana a las 9 partirán para el barrio de Espora y Ezeiza, donde hace una semana llevaron los materiales y conversan desde hace siete meses con los receptores.

La selección del 14 de Febrero se desprendió el último catastro que realizaron en la región, en abril. Una vez definida el área mayor, los beneficiarios particulares se eligieron porque residían “en condiciones de hacinamiento, expuestos a enfermedades y de acuerdo a sus ingresos”, le explicó a LA TERCERA Micaela Gaitán, una de las referentes que intervendrá en el trabajo local. “Cuando les notificamos que vamos a consutrir su casa, les pedimos compromiso económico y humanos. Es decir, que paguen el 10 por ciento de la vivienda, que es simbólico, que tengan preparado el terreno y participen” en los tres días de labor que les lleva, en promedio, constituir cada techo.

El equipo de médicos cubanos Tatú, que cuenta con una unidad sanitaria en el barrio, se ofreció a prestarles atención ante algún potencial accidente que se produzca durante la edificación. Hasta el momento, con la asociación civil “Piuquén” y la comuna tienen “buen trato”, lo que ayuda en la meta de “articular” la presencia de Un Techo con los actores sociales del lugar al que ayudan.

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