TAXISTA APUÑALADO EN LA MADRUGADA: "PENSÉ QUE ME HABÍA MATADO"

TAXISTA APUÑALADO EN LA MADRUGADA:

Ricardo Dilda tiene 31 años y trabaja como chofer en la ciudad desde hace 8 años. Este sábado en la madrugada fue apuñalado en el pecho por un delincuente. Con un pulmón perforado, la víctima permanecía internada en el Hospital Cullen.

 

Un taxista salvó su vida milagrosamente este sábado en la madrugada, en la zona oeste de la ciudad, donde un joven que llevaba como pasajero intentó asesinarlo con un arma blanca, en una agresión tan sorpresiva como injustificada.

Ricardo Dilda tiene 31 años, está casado y es padre de dos pequeños, una nena de 10 años y un niño de 4. Hace 8 años que conduce un taxi para ganarse la vida. Hoy, como él mismo lo asegura, volvió a nacer.

“Ya otras veces habían intentado asaltarme, pero nunca lo pudieron concretar. Una vez me di cuenta a tiempo y frené en una comisaría. Otra vez, pude salir corriendo, pero lo que me pasó ahora no tiene nombre. Siempre escuché estas noticias en la radio, pero no me imaginé que iba a vivir algo así. La verdad que la saqué barata”, comenzó diciendo Ricardo.

“Todo comenzó antes de las dos de hoy -relató-, cuando yo pasaba por la esquina de avenida Freyre y calle Santiago del Estero y una pareja me hizo señas. Eran un muchacho y una chica a los que ya había visto horas atrás, deambulando por la zona del Hospital Iturraspe. Subieron a mi coche y me pidieron ir hasta Villa del Parque. Como sospeché algo raro, no ingresé al barrio y paré en la entrada, sobre la avenida Perón, a la altura de calle Padre Catena. Querían que los lleve hasta la circunvalación, pero no acepté. Entonces la joven dijo que no tenía plata y le pidió al pibe que me pagara”.

Cuando el pasajero dijo: “Yo le voy a pagar” y metió su mano dentro de la campera, Dilda imaginó que iba a ser víctima de un asalto, por lo que la primera estocada no lo tomó desprevenido.

“Sacó una “chuza” y me tiró un “facazo” (de “faca”, arma blanca de fabricación casera) directo al pecho, pero pude frenarlo con la mano. Luego me tiró otro y también lo pude parar, pero el tercero me dio en el medio del pecho. Ahí me agarró la desesperación porque pensé que me había matado. Esperé lo peor. Le quería trabar la mano, pero se me zafaba. Cuando pude, salí corriendo, pero él vino atrás mío y me persiguió. Quería terminar conmigo, pero como empezaron a aparecer personas en la calle pegó la vuelta. Mientras, pude observar como la piba me saqueaba el auto. No le importaba nada”, recordó el taxista.

Un remisero “trucho” actuó solidariamente con Dilda. “Se detuvo y, como me vio herido, me cargó y me llevó al Hospital Iturraspe, desde donde luego me trasladaron en ambulancia hasta acá (el Hospital Cullen). Tengo un pulmón perforado y los médicos todavía me están practicando estudios, para determinar la gravedad de la lesión”, explicó el trabajador, que este mediodía permanecía estable.

“Es muy feo todo lo que viví. Pensé que mi esposa iba a quedar sin su marido, mis hijos sin su papá. En ese momento me pasó de todo por la cabeza. La verdad que no sé cómo voy a seguir. Yo soy un laburante y tengo que trabajar, pero en un segundo te pueden arrebatar la vida, sin ningún motivo, sólo porque sí. Y no logro dejar de pensar qué sucedería con mi familia si a mí me pasa algo”, reflexionó el chofer.

 

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