Con más de 350 mil tapitas se inició el llamado a un compromiso solidario

La colecta de tapitas plásticas que lleva a cabo la Fundación Rioja para niños con malformaciones congénitas quirúrgicas tuvo en Capital un auspicioso lanzamiento. Numerosas instituciones, grupos y ONGs se sumaron a las voluntades individuales para acercar el Club San Martín sus donaciones, en una jornada calurosa donde la solidaridad y la alegría fueron protagonistas.
Los organizadores estiman que en esta primera convocatoria se lograron juntar alrededor de 350.000 tapitas que serán comercializadas para su reciclado y obtener de ese modo fondos para financiar equipamiento, prótesis y traslados. Fue decisiva la participación de pueblos del interior, donde este entusiasta gesto de ayuda dio inicio.

El objetivo era claro, la causa noble y la propuesta asequible; el resultado constituyó una emocionante respuesta que confirmó una vez más la fraternidad y la capacidad de colaboración de los riojanos. La Fundación Rioja, que se dedica a la atención gratuita de niños que padecen malformaciones congénitas quirúrgicas, organizó el viernes pasado una jornada solidaria en el Club San Martín con el fin de recibir en Capital las donaciones de tapitas plásticas provenientes de la colecta originada en pueblos del interior como reconocimiento y una forma de respaldar su accionar. La ocasión fue propicia para lanzar en la ciudad la invitación a participar juntando ese material que generalmente se desecha y provoca daños en el medio ambiente. Su reciclado, en cambio, se traduce en recursos económicos que pueden ayudar a un niño a recibir la asistencia médica que necesita.

“Tu solidaridad puede cambiar vidas” rezaban los afiches que por estos días aparecieron distribuidos por paredes, vidrieras de comercios, redes sociales de Internet, medios de comunicación, y hasta automóviles. Desde las 15.00 hasta las 22.00, fue incesante la llegada de personas al club para sumarse a la convocatoria. Personas solitarias llevando pequeñas bolsas donde podía verse unas cuantas tapitas, padres junto a sus hijos compartiendo la posibilidad de dar, escuelas y jardines de infantes con gran cantidad de cajas trasladadas en camionetas, voluntarios de organizaciones sociales aportando enormes bolsas henchidas de un contenido tan colorido como la alegría reflejada en cada rostro al momento del encuentro. Todo sumaba y era gesto de aliento. Un reconocerse en la satisfacción de ayudar.

El interior y la solidaridad de su gente

Las donaciones de Capital pronto rodearon a la pila de cajas arribadas desde el interior, donde la colecta comenzó hace varios meses. En Vichigasta, un pueblo donde la solidaridad se transformó en un modo de vida, el grupo denominado “Ayudanos a Ayudar” tuvo la idea de impulsar una colecta similar a la que se realiza tradicionalmente en el país para el Hospital Garrahan, pero esta vez con destino a la Fundación Rioja, buscando beneficiar así a niños riojanos que reciben atención en su provincia de origen y emplear el producto de su venta a empresas de reciclado para adquirir el equipamiento y las prótesis que escasean por el alto costo, o financiar traslados. Con 7.500 habitantes, Vichigasta logró reunir casi 125.000 tapitas y contagiar su entusiasmo a poblaciones vecinas.

Nicolás Sánchez y Jorge Soloaga, comunicadores de FM 102.7 Radio Cuatro Horizontes, viajaron en representación del grupo Ayudanos a Ayudar: “generamos la convocatoria a través de los programas de la radio y fue impresionante como respondió la gente, aunque la experiencia en este tipo de actos solidarios es constante en Vichigasta. Cuando comentamos que estamos juntando tapitas, muchas veces lo primero que nos preguntan es: ¿Y cuánto valen? ¿Y qué van a hacer con la plata? Hay mucho descreimiento, porque suele ocurrir que los recursos que se bajan para las organizaciones sociales a veces se utilizan para otras cosas. Nosotros entendemos que con esta colecta de tapitas podemos demostrar la transparencia y las ganas que tenemos de trabajar por los demás. Depende de nosotros darle una mano a la Fundación y que ésta pueda hacer mucho más de que lo que ya está haciendo por los chicos”, sostuvieron y mientras sueñan con llegar contabilizar tapitas por millones subrayaron: “acá lo que importa es el corazón”.

No los dejaba mentir la presencia de varios niños que fueron atendidos por los profesionales de la Fundación Rioja, como los gemelos Camilo y Aníbal, los últimos operados. Uno de ellos aún cicatrizando la intervención que repuso la sonrisa allí donde la fisura labio alveolo palatina (FLAP) con la que nació representaba una amenaza para su salud y calidad de vida. La misma sonrisa enlazada a la de sus padres y la gente entorno. Corazones tocados por el alivio, que agradecidos multiplican la esperanza. “No queremos ser ejemplo, sino incentivo”.

Marcela Mercado es directora del Hospital de Vichigasta, parte de la Zona Sanitaria III, y vino en la camioneta del organismo de salud rural que trajo el cargamento de tapitas: “nuestra comunidad es muy pobre, pero también muy solidaria. El doctor Aníbal Ojeda (presidente de la Fundación Rioja) ha ayudado mucho al pueblo, donde los recursos sanitarios son escasos. Es muy simple: si el equipo de la Fundación no hubiera llegado hasta Vichigasta, mucha gente no hubiera acudido a recibir atención, con lamentables consecuencias”. Según la médica, ante una patología que implica una malformación congénita existen reacciones de “vergüenza, miedo y prejuicios” que agravadas por la escasez de recursos y la falta de educación pueden conducir a que una familia no siga los tratamientos urgentes necesarios.

Una pobladora vichigastense quiso dar su testimonio: “Juntamos con muchas ganas sabiendo que era para los chicos de aquí. Teníamos 14.000 tapitas para el Garrahan porque una nena fue atendida ahí, pero hablamos con ellos y no tuvieron ningún problema. Contamos las tapitas porque queríamos saber a cuántas podíamos llegar, pero de ahora en más eso va a ser difícil, vamos a tener que empezar a pesarlas”.

El ingrediente esencial

Los encargados locales de recibir a las delegaciones del interior y llevar adelante la organización del lanzamiento en Capital fueron los miembros del grupo juvenil con el que cuenta la Fundación Rioja, en su mayoría jóvenes estudiantes de Medicina provenientes de diferentes provincias que, como lo señaló Giovanni de 20 años, ven en la profesión “no una mera transacción económica, sino la oportunidad de un intercambio de amor”. Palabra difícil por conveniencia y ciencia, convencimiento íntimo que fortalece su vocación de médicos pero que, sin dudas, puede aplicarse a todos los roles en la aspiración de no ser aplastados por una realidad enferma de individualismo, intereses mezquinos e indiferencia.

A medida que la tarde avanzaba y la concurrencia con las donaciones aumentaban, la actuación de la Escuela de Arte de Vichigasta, el taller de danzas folklóricas de la Escuela Fangio, de músicos, cantantes y animadores que quisieron colaborar sirvió para entretener a la presentes y cerrar un clima de fiesta. “Estamos muy felices de verdad”, era el comentario repetido. A lo que se agregaba el pedido de que “no dejemos que el compromiso se enfríe”. Alguien comparó el lanzamiento de la campaña con “un primer amor” al que hay que cuidar “para que la llama no se apague”.

Y es que fue sólo la apertura de una propuesta que espera extenderse hasta convertirse en hábito, poniendo de manifiesto de forma sencilla el compromiso solidario, fomentando el cuidado del medio ambiente y dando una muestra contundente de que las organizaciones comunitarias son una vía válida para movilizar a la sociedad y dar respuesta auténtica a sus problemas, sin aguardar a que las soluciones provengan unilateralmente del Estado, la dirigencia empresarial o los espacios políticos.

Relataron voluntarios de Fundación: “fuimos a una escuela que hace tiempo junta tapitas para mandar a Buenos Aires a pedir que se adhirieran a la campaña local y la directora nos interrogó: ‘¿Qué político está detrás?’ Recién cuando se aseguró que no había nada en ese sentido y vio el antes y el después de un niño operado, autorizó a que nos lleváramos las tapitas que había y nos pidió que pronto volviéramos por más”.

El próximo lanzamiento es en Chilecito, donde ya está instalada la iniciativa y sólo resta asignar un lugar de reunión para el acopio de tapitas. El evento se realizará los primeros días de diciembre y se espera lograr un éxito similar al de Vichigasta y Capital. Hay en esto una lógica esencial que permite esperanzarse en que seguramente será así y se repetirá en toda la provincia; un ingrediente singular, complejo, sutil que desafía cualquier otro tipo de protocolo y de cálculo: el de esa llama que no permite que se enfríe lo humano.

Para contactarse con la Fundación Rioja dirigirse a San Martín y Urquiza 1er. Piso, a la página web www.fundacionrioja.org.ar, ó al email fundacionrioja@hotmail.com.

Comentá la nota