Suman cinta clasificadora para mejorar reciclaje en el “Punto Limpio” de Miramar

Suman cinta clasificadora para mejorar reciclaje en el “Punto Limpio” de Miramar

Esta maquinaria permitirá optimizar el transporte y la división de los materiales, lo que a su vez también mejorará el proceso de acopio dentro del espacio que maneja la cooperativa en el predio del ferrocarril.

Durante los últimos días se incorporó al “Punto Limpio” de Miramar, una cinta clasificadora con el propósito de mejorar las condiciones de separación y reciclaje de materiales que diariamente depositan allí los vecinos.

Anteriormente, habían sido entregadas la enfardadora, balanza electrónica y auto elevador, para potenciar manejo de los elementos, fundamental para cuidar el medio ambiente y garantizar la salud y seguridad del equipo.

Esta maquinaria que será vital para el trabajo diario de los cooperativistas, fue gestionada ante el Gobierno Bonaerense, en el marco del programa “Mi Provincia Recicla”.

Paralelamente, a través del Ministerio de Ambiente, realizó una jornada de capacitación para que los recicladores tengan todo el conocimiento posible para un uso correcto de las herramientas.

En representación de la Subsecretaría de Residuos Sólidos Urbanos y Economía Circular del Ministerio de Ambiente de la Provincia, participaron los capacitadores Evelyn Torres y Mauricio Polverigiani, mientras que, por el municipio de General Alvarado, estuvo presente la directora de Gestión Ambiental, Romina Castro.

Esto forma parte de las políticas ecológicas que se consideran “fundamentales” para el desarrollo y la reducción de residuos sólidos.

En su momento también se donó ropa de seguridad para los trabajadores, para que puedan realizar las tareas habituales en condiciones dignas, seguras y así mejorar su calidad y espacio laboral.

“Queremos permitirle a la gente que pueda duplicar su producción a lo largo de las jornadas”, destacaron desde la comuna.

Desde su creación en mayo de 2019, el “Punto Limpio” de Miramar, permitió regularizar en gran medida la precariedad e informalidad de los recicladores para que tengan un espacio donde desarrollar su importante actividad de forma adecuada para “ganarse la vida” a diario.

De esta manera, encontraron un espacio para estar protegidos, sin los peligros que acarreaba permanecer a la intemperie en el predio de disposición final de residuos situado en cercanías del barrio Santa Irene, a pocos metros de la ruta 77.

El galpón del viejo ferrocarril, ubicado detrás de la terminal de ómnibus fue reacondicionado con mucho esfuerzo y hoy es un punto de encuentro entre los miembros de la cooperativa que agradecen el compromiso comunitario que les genera ingresos económicos y a la vez reduce los efectos ambientales adversos, mediante la separación domiciliaria previa al descarte.

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