“No solo deben preocuparse por las adicciones, sino sumarse al trabajo contra la problemática”

“No solo deben preocuparse por las adicciones, sino sumarse al trabajo contra la problemática”
Para el coordinador interministerial del Programa de Prevención Comunitaria en Adicciones del estado provincial, Raúl Candia, “está muy bien que sectores como la misma Iglesia y otras organizaciones se preocupen en torno a la las adicciones, y de la misma manera sería positivo en que se sumen al proyecto que venimos desarrollando contra esta problemática social”.

Sostuvo que “las adicciones, sea cual fuere su manifestación, al estar hablando de por ejemplo una adicción al juego, a Internet y por supuesto a algún tipo de sustancia toxica, es una problemática mundial, de la cual Formosa no se encuentra exenta , y localmente la abordamos como lo que es: Una problemática social”.

Expuso acerca de las líneas de trabajo “poniendo el énfasis no en la sustancia, sino en la persona, en el entendimiento de que si esta se encuentra lo suficientemente formada y tiene un autoestima alta, será capaz de estar mejor protegido y no caer en esta problemática”, añadiendo que “para quienes

han caído en este flagelo, accionamos ayudándolo en su factor de resilencia, es decir la capacidad de la persona para sobreponerse a períodos críticos e incluso resultar fortalecido”.

Dijo que se trata de una problemática con muchas aristas. No la abordamos solamente como una cuestión de enfermedad médica, hace referencia a la salud, pero en un contexto social mucho más amplio. Por eso trabajamos en fortalecer en las distintas comunidades los factores vinculados a lo social”

En ese marco expuso que “hay un fuerte compromiso en los distintos ámbitos del gobierno, al ser un trabajo interdisciplinario el que necesariamente debe ejecutarse. Es imposible que solamente desde un sector se trate de solucionar esta problemática, si se toma de esa manera los resultados siempre serán insuficientes”.

También explico Candia que “otra de las facetas del abordaje que es la impronta comunitaria, estando en las comunidades y en los barrios junto a las familias, donde se implementan los diferentes planes preventivos que están a tono con cada contexto en particular. Al mismo tiempo, se trabaja en despertar capacidades y potencialidades a la hora del abordaje integral”.

Refirió a como se están fortaleciendo los “factores de protección” dentro de la comunidad. “Por ejemplo, juntos todos, las iglesias, cualquiera fuera su denominación, clubes deportivos, escuelas, ong, trabajamos mancomunadamente, tendremos una comunidad mucho más predispuesta para cuidar el desarrollo de nuestros niños, adolescentes y jóvenes”.

Advirtió Candia que “encontramos a las familias en general muy preocupadas por esta situación, al igual que otros sectores como la misma Iglesia y otras instituciones”. Sobre todo ultimo opino que “nos parece muy bien que estén preocupados, pero también le pedimos que acepten la invitación al proyecto que estamos llevando adelante, porque esta problemática no hace ningún tipo de distinción, ni de credo, ideología política, edad o sexo”.

“Cualquier pueda estar sumido en esta problemática, por eso insisto, entre todos debemos unirnos y buscar la manera de lograr la mejor calidad de vida para los formoseños”, concluyo.

Estigmatizar con datos y diagnósticos

Marcelo Hernández, parte del equipo de trabajo de la Mesa Interministerial, aludió a que “no es una tarea sencilla” el abordaje sobre las adicciones, subrayando de todos modos que “si todos los actores comunitarios y sociales se suman y hacen su aporte, la tarea será más fuerte”.

Opino que “salir a dar datos de que en aquel u otro barrio se consume mas no es bueno, porque se está estigmatizando a un sector de la sociedad”. Insistio en señalar que “podrán manejar datos de tal o cual situación, de personas en situación de riesgo, pero señalarlos muchas veces estigmatiza, sobre todo al adolescente y al joven, dejando incluso la responsabilidad en ellos y no al adulto, también se estigmatiza al barrio o a un pueblo, cuando es sabido que se trata de una problemática mundial que no hace distinción de ninguna naturaleza”.

Para Hernández “es una tema muy sensible, y es necesario proteger al joven y a su comunidad, por eso se debe ser muy cuidadosos a la hora de hacer público datos y cifras, los que muchas veces no hacen más que obstaculizar la tarea de prevención y no ayudan a avanzar más en robustecer contextos de defensa contra esta problemática”.

“Se generaliza erróneamente y crea una situación de pandemia, incluso pareciera que el mensaje es que todo está mal y eso no ayuda a mejorar el sentido positivo de querer salir adelante y las condiciones de esperanza sobre la cual acentuamos nuestra labor”, afirmo, para concluir diciendo que “dar datos al libre albedrio pareciera crear un estado situacional de que todo está mal y no se puede hacer más nada. Siempre se puede hacer algo, y cada uno desde donde le toque estar puede sumar”.

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