Los jueces de la Cámara en lo Criminal Primera condenaron ayer a Alexander “Satanás” Garrido (19) a la pena de 11 años de cárcel por el asesinato de la joven Marilyn Quirulef.

Los jueces Mario Rodríguez Gómez, Andrés Repetto y Alfredo Elosú Larumbe sentenciaron a Garrido como autor del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Sobre el hecho y la autoría hubo acuerdo y al evaluar la sanción que debe aplicarse en el caso, Larumbe consideró adecuada la pena de 13 años. Esa fue la única diferencia que lo distanció de sus pares.

A la hora de analizar la conducta penal del imputado, les resultó imposible pensar que Garrido mató a Marilyn por imprudencia; y a la vez, que haya tenido la intención directa de asesinarla.

En todo caso, advirtieron que el imputado sabía lo que podía pasar si disparaba y aún así no hizo nada para evitar el resultado.

Entre el dolo y la imprudencia, consideraron que existió dolo eventual en el caso y por eso la resolución centra sus conclusiones en el total desprecio e indiferencia que mostró el imputado por un desenlace que se representaba. Más aún cuando dos amigos le advirtieron tres veces que el arma que portaba estaba cargada.

“Sólo Garrido pudo evitar el resultado, que le avisaron y se representó se produciría, y aún despectiva e indiferente, siguió a delante y le disparó a su amiga a corta distancia del rostro, con un arma de grueso calibre”, sostuvo el juez Rodríguez Gómez.

Advirtió, además, que el acusado conocía de armas a tal punto que el mismo reconoció haber recibido un disparo de arma de fuego. Incluso la pistola que portaba ya la tenía hace un tiempo y sabía como manejarla.

“Era custodio de una fuente (el arma), en un lugar y ante una situación de alto riesgo y mostró desprecio por el desenlace”, afirmó el magistrado.

El hecho ocurrió el 13 de marzo de 2012, en la casa de Marilyn ubicada en el sector Plateas del barrio San Lorenzo.

Garrido y dos amigos se reunieron con la víctima en el quincho, allí sacó una pistola calibre 11.25 y comenzó a exhibirla y sacarse fotos para Facebook.

Luego de realizar una serie de maniobras y mientras sus amigos le advertían que el arma estaba cargada, apuntó a la cabeza de Marilyn y le disparó a corta distancia.

“Eligió indiferente y tozudamente comprobar su teoría (no está cargada), apuntando a la cabeza de la víctima, desactivando el seguro y disparando, con total indiferencia y ceguera, ante el hecho, altísimamente probable y reiteradamente advertido”, sostuvo el juez en la resolución, y Repetto y Larumbe adhirieron.

Tras la lectura de la sentencia, los familiares de la joven asesinada estallaron en llantos y gritos contra el veredicto. “Esta es la Justicia de mierda que tenemos”, dijeron. Y exclamaron: “La vas a pagar Garrido, asesino”.

La fiscal María Dolores Finochietti había pedido 15 años, el abogado querellante Gustavo Olivera, 18, y el defensor Pedro Telleriarte lo consideró responsable por homicidio culposo, cuya pena máxima es de 5 años.