El viernes pasado, tempranito ni bien abrieron sus puertas, en la esquina del Multimedios, un despliegue policial, de DPU y CPC puso en vilo al barrio. Un solo individuo, había ingresado en Tarjeta Naranja, con intenciones de robar, tomó rehenes y cuando se dio el alerta, insólitamente logró escapar del encierro que le tendieron casi una decena de móviles.
En un parte de prensa emitido ayer, el municipio informó “El secretario de Gobierno Ariel Ríos, por orden expresa del Intendente municipal Osvaldo Cáffaro, acompañado por el subsecretario de Control y Prevención Ricardo Priori, y el director de Logística y Control del CPC Miguel Soto, mantuvieron hoy por la mañana una reunión con el responsable de la Comisaría Primera y de la Policía Distrital, en la que agradeció el accionar inmediato, investigación y posterior aprehensión del supuesto autor de los delitos ocurridos hace unos pocos días en el centro comercial de la ciudad de Zárate, quedando detenido a disposición de la Justicia.
El secretario de Gobierno, Ariel Ríos, destacó la prolijidad de la investigación y del operativo montado para capturar al delincuente, en el que se actuó con saldo positivo sin tener que lamentar enfrentamientos o actos de violencia durante su captura”.
El accionar para ahuyentar
Cuando estamos a horas de que el Concejo Deliberante empiece a tratar otra nueva fuerza policial, la recientemente aprobada por la Legislatura POLICIA COMUNAL dependerá del Intendente. La verdad es que, se ven decenas de móviles dando vueltas por los barrios, la mayoría de la DPU, que nunca logró subir un policía bonaerense.
Ahora está el Comando de Prevención Ciudadana, y viene la Policía Comunal, la que entre otras cosas será un blanco móvil perfecto cuando dejen el servicio ya que no podrán portar armas.
Mientras tanto, hace años que los zarateños pagamos la DPU. Y estos, dedicados y abnegados servidores públicos, reconocen que ante una llamada deben arribar al lugar “haciendo sonar la sirena para que los delincuentes escapen” porque no están armados y nada pueden hacer para reprimir un delito.
Se ven muchos móviles y, con ellos una gran voluntad de estar, pero ¿son suficientes, y eficientes las acciones que se toman desde un escritorio de un despacho político para terminar con la inseguridad?.
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