A casi una semana de haber comenzado el incendio que arrasó con unas 48.000 hectáreas –dos veces la superficie de la Capital Federal–, un solo frente permanecía activo ayer, aunque controlado, en la región de Sierra de la Ventana. Alentado por el viento que llegó a soplar con ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora, el último foco de fuego avanzó desde el cerro Tres Picos, el más alto de la provincia de Buenos Aires, hacia el sur del distrito de Tornquist.

Luego de tres días templados y pese a que para hoy se anuncia una jornada con una máxima de 32 grados y sin perspectivas de lluvia, los bomberos realizan guardias de ceniza y confían en que el siniestro, el más grave en toda la historia de la comarca (hasta ahora el peor había sido en 1987, con 40.000 hectáreas quemadas), no se reavive y pueda ser extinguido en forma definitiva en las próximas horas.

Sólo con elementos terrestres, los bomberos lograron apagar ayer a primera hora de la tarde un foco que amenazaba la zona de Sierras Grandes, declarada hace pocos meses reserva natural privada. Luego las tareas de combate y de realización de cortafuegos se centralizaron entre las estancias Funke y Santo Tomás de la Sierra, en una zona elevada que complicó la extinción de las llamas.

Cuando ayer el viento se calmó y permitió volar a los aviones hidrantes, el avance de las llamas logró frenarse y controlarse. Del área total quemada, que duplica la superficie de la Capital Federal, la mayoría son bosques de coníferas en las laderas de los cerros. “Un 70% de lo que se quemó estaba en las sierras, un 25% en el campo y el resto, algunas viviendas que logramos salvar y no fueron afectadas” detalló el jefe de bomberos de Tornquist Martín Hagg. El domingo pasado, cuando se inició el incendio en la villa La Gruta, el fuego había afectado a dos chalets de ese sector poblado y destruyó un refugio de guardaparques en la reserva provincial Ernesto Tornquist.

Participan del operativo cerca de 200 bomberos de unos 30 cuarteles del oeste y centro de la provincia, policías y 40 infantes aportados por la Armada, que también destinó helicópteros al lugar. El Plan Nacional de Manejo del Fuego aportó siete aviones hidrantes para el combate del incendio.

Las pérdidas económicas para los productores serán evaluadas el próximo viernes durante una reunión convocada en la Asociación Rural de Tornquist.

Pese a la semana de pesadilla que afrontaron y que, durante algunas jornadas, puso en riesgo a las poblaciones de Villa Ventana, Sierra de la Ventana y San Andrés, los habitantes de la comarca serrana no dejarán de participar de la Fiesta Provincial de los Reyes Magos que esta noche, como cada 5 de enero desde hace 50 años, bajarán desde los cerros para traer alegría y juguetes a los más chicos. Esta vez no habrá fuegos artificiales, pero sí un gran reconocimiento popular a los bomberos voluntarios, protagonistas año a año de esa tradicional celebración y que hoy los encuentra trabajando a destajo desde hace casi una semana para contener el avance de las llamas.