La semana pasada estuvo en Trenque Lauquen el artista Juan Cáceres, director del IDEAN (Instituto de Enseñanza Artística Nativa Juan Cáceres “Zupay”), hoy residente en Tenerife, España, con el fin de trabajar junto al folclorista local Julio Larrosa, quien dirige la Academia “Sentir Argentino” y cuyos títulos son avalados por la citada institución dirigida por Cáceres, en la reestructuración y adecuación de los programas de estudio para comenzar una nueva etapa de aprendizaje.
A la distancia
Cáceres hizo referencia a la metodología de trabajo llevada a cabo a la distancia junto con Julio Larrosa. “Hoy por hoy tenemos esa gran mano que nos hecha la tecnología con la que estando Julio (Larrosa) en Trenque Lauquen y yo en España podemos seguir trabajando el mismo programa en común”, dijo quien luego de unos días en la Argentina partió nuevamente hacia España, donde lo esperaban diversos compromisos relativos a la danza con su grupo de folclore y de tango.
Respecto del lugar donde reside junto a su familia, Tenerife, el entrevistado contó que “es un lugar muy bello, más bello por el clima que por su paisaje”. “Pienso que paisaje como el argentino no hay, tenemos una riqueza muy grande en paisaje. Tenerife es muy bello por el clima, estamos rodeados de mar porque son islas y una de ellas es Tenerife. Respecto del folclore argentino, allá se mueve mediante lo que es el tango, que es conocido en el mundo como baile, como danza y como poesía”, destacó.
En España
En esa misma línea de análisis, Cáceres expresó que “deberíamos aprender de lo que ocurre en España”. “En Canarias, por ejemplo, todos los pueblos tienen su fiesta patronal. Todo el mundo, desde el más pequeñito hasta el abuelo más anciano, sale vestido con sus ropas típicas. Ellos les dicen ‘vestirse de mago’ que es vestirse de paisano. Son sus ropas tradicionales, que todos utilizan en sus fiestas patronales. Y lo visten con orgullo, nadie reniega de eso. Es algo que deberíamos aprender, en Argentina hay muchos adultos que aún dudan que en los pueblos se haga folclore porque precisamente desconoce que el pueblo argentino es muy folclorista”, remarcó, para concluir: “Son cosas que cuestan hacer entender, pienso que cuando las autoridades se dignen a darle un lugar en las escuelas al folclore no sé si seríamos mejores personas pero seguramente aprenderíamos a valorarnos y a respetarnos un poquito más. Hay muchas cosas que se pueden aprender del paisano, del hombre de campo, de esa persona que daba la mano y no preguntaba a qué venías. La mezquindad de hoy no es un don que hayamos heredado del paisano”.
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