Un grafitti publicado en una pared céntrica tiene un interesante texto: "Confusión será mi epitafio". Pocas veces hemos visto definición tan acabada, sin duda el autor la tiene muy clara.
Martignone, en una improvisada conferencia de prensa en medio de la manifestación de apoyo, aceptó en principio lo que en la anterior había negado atribuyendolo a "comentarios de los medios" de es su posible – casi confirmado por sus propias palabras – alejamiento. "los comentarios siguen – dijo- tengo que ver la decisión que tomo.
Se refirió asimismo a la incertidumbre que estas cosas generaban en la población, otro sinónimo de esta confusión que reflejaba el grafitti de marras.
Las declaraciones del capitán Marginone, analizadas por cualquier periodista en la soledad de la redacción, resultan un interesante compendio de primicias y revelaciones sobre la política de seguridad local, asuntos internos, comidillas entre funcionarios, estilos de liderazgo del ejecutivo y demás. Son como versículos de libros sagrados, que aún cuando todo parece dicho en si mismo, con el tiempo se van descubriendo nuevas verdades.
Un periodista escribía en su columna semanal en estas horas, sobre las diferencias de la modernidad, señalando que hace 20 años ante la crisis policial los titulares hubieran sido " váyase Sr comisario".
Hoy se realizan campañas de apoyo y no es la primera.
Es que la modernidad e inmediatez de los medios de comunicación, establecen nuevas reglas que incluso muchas veces rompen las reglas mismas de las instituciones. Escuchar ayer a un jefe de Policía emocionado y hasta devastado por las peripecias de la hora, no es lo mejor que puede ocurrirle a la política de seguridad local.
Hay reglamentos internos dentro de la propia fuerza que establecen que, salvo autorizaciones concretas de la superioridad y sobre temas específicos, los jefes policiales no hacen declaraciones. Nos lo han dicho en forma permanente a los periodistas toda vez que recurrimos a ellos por información.
El abogado Civello lo dijo ayer por la mañana por un radio, "acá están haciendo política con el asunto". Es que sabe el concejal que dichos temas no se deben ventilar públicamente, y olvida que en su rol opositor operó del mismo modo para la designación de otro capitán querido en su momento por la comunidad.
Los bragadenses, no obstante no aprendemos, dos hechos similares en pocos años, apoyos marchas, visitas a altas autoridades y una realidad que no es lo mas claro dentro de la confusión general:
El tema de la seguridad está lejos de resolverse en Bragado, no se resolvió con Méndez, no está siendo resuelto por Martignone y el técnico en comunicaciones comunitarias Emilio Ballesteros, ni se resolverá con cualquier otro responsable que pueda llegar, porque el problema trasciende a San Pedro y todos los intendentes que lo precedieron y eso lo sabemos todos.
Después que , en mayores o menores proporciones, los ciudadanos nos sintamos mas representados o tranquilos por distintos estilos de conducción de la dependencia, es muy otra cosa y bienvenido que los comisarios sean vivados y no abucheados.
El periodismo tiene que hacer su trabajo y muchos colegas ayer lo desempeñaron como nunca, pero no es un signo de seguridad, ya que de esto estamos hablando, la figura del titular de la fuerza titubeando al sentirse sobrepasado por los interrogatorios, muchos de los cuales lo sorprendieron ya la información debió ser clasificada por el tenor de la reunión que se citó.
Queremos un jefe de policía bien plantado, que hable como los jueces, por sus dictámenes y que estos tengan consecuencias efectivas para la comunidad, sin embargo ayer nos quedaron mas dudas que certezas, baturrillos, para utilizar otro sinónimo. Al final ""¿quien determina si se queda un jefe de policía, el intendente, Ballesteros, el mismo titular que dice que "tiene que tomar la decisión" el jefe departamental y en última instancia el gobernador?
Sobre Martignone, al margen de la falta del Estado Nacional de una política en serio de seguridad, dijimos que estamos de acuerdo en algunas medidas, entre ellas las que comentó ayer en la conferencia sobre operativos contra las drogas que no se efectuaban hacía años, también coincidimos en que hay funcionarios, referencia obvia a Ballesteros, que hablan demasiado, situación remediable ya que de desapareciendo la figura de Policía Comunal, el actual Director de Seguridad nos beneficiaría con su ausencia.
Mientras tanto en una ciudad presuntamente democrática, tendremos que acatar la voluntad popular que estableció los representantes que los distintos estamentos de gobierno desde donde se dictan políticas en todo sentido, incluso en salud área en acefalía desde hace mas de tres semanas.
Propongo que aparte de marchas en apoyo a tal o cual hagamos una cadena de oración para rogar que la confusión marcada en el comienzo de la nota, sea solo el resultado de un reacomodamiento y no el epitafio.
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