El sector agrícola agudiza su crisis por la falta de agua y la caída de granizo

El sector agrícola agudiza su crisis por la falta de agua y la caída de granizo
Días atrás hubo una reunión en el municipio a fin de plantear la necesidad de producir materia prima para proveer a las pocas industrias conserveras que están quedando en pie en el departamento, dado que un gran porcentaje del tomate, pimiento y hortalizas que se procesa deben ser traídos de Valle de Uco o bien de San Juan.
Esta situación se viene dando desde hace tiempo, a partir que en San Rafael se redujo considerablemente el área cultivada frente al riesgo que significa plantar a cielo abierto y quedar expuesto a que la piedra destruya en minutos las plantaciones ocasionando pérdidas que nadie está dispuesto a afrontar.

Se habló en dicha reunión de traer a San Rafael el Programa INTA 2000 que se sostiene con el aporte de los establecimientos conserveros y que asegura que el que perdió la cosecha lo mismo cobra. Pero claro, el sistema funciona en zonas donde es atípica la caída de piedra, según nos comentaba un profesional del INTA. Es más, agregó, están evaluando si en el Valle de Uco es conveniente, en cambio es apto hacerlo en San Juan, provincia que no tiene este tipo de fábricas, pero el día que se instalen firmas en el lugar la suerte para nuestras conserveras estará echada.

De modo tal que para reflotar el cultivo de tomate, pimiento y legumbres para industrializar es necesario proteger los cultivos con malla antigranizo, ya que la lucha con aviones, si bien es mejor que nada, no evita por completo la caída de la piedra.

Otro de los factores negativos para los cultivos de todo tipo en estos momentos es la falta de agua de superficie o del subsuelo para brindarle a las plantas la humedad necesaria para su desarrollo y producción.

Cada vez hay menos agua por ese fenómeno del cambio climático, y la poca que se dispone debe ser optimizada al máximo. Esto significa contar con sistemas de riego por pivot o goteo, pero claro, demanda una gran inversión y la gran mayoría de los productores no está en condiciones económicas de embarcarse en un proyecto de esa magnitud.

Frente a este cuadro de situación, a las autoridades de gobierno les corresponde analizar posibles soluciones para miles de productores que observan con desesperanza el futuro.

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