Un Santamarina herido no supo reaccionar

Ramón Santamarina aguardaba la visita de Independiente Rivadavia con ansias de festejar su primer triunfo en la B Nacional, pero los mendocinos se lo impidieron llevándose un 2-0 del estadio San Martín que calará hondo en el ánimo de los aurinegros.

Las expectativas de los tandilenses se derrumbaron cual castillo de naipes apenas superado el cuarto de hora de partido, lapso en el que los cuyanos anotaron sendas conquistas.

El equipo de Botella acusó el duro impacto, por momentos deambuló en el partido sumido en su intrascendencia y su empuje de los minutos finales -facilitado por la superioridad numérica-, terminó siendo insuficiente.

Dispuesto a agobiar a los cuyanos, Santamarina se mostró agresivo en los pasajes iniciales, aunque fue un ciclo efímero. Tras él, Independiente Rivadavia llegó a fondo y capitalizó su primera aproximación neta sobre las inmediaciones de Bertoya.

Iban apenas 6 minutos, cuando Caballero aplicó un certero cabezazo que dejó sin posibilidades de intervenir al “1” aurinegro, en acción facilitada por la última línea local, que descuidó -a la salida de una pelota detenida- a Podestá, ejecutante del centro desde banda derecha.

Ante la adversidad, Santamarina careció de inventiva para ser punzante. Muchos de sus avances se vieron abortados en su inicio ante la falta de precisión en las entregas, la imposibilidad de generar desbordes y de propiciar situaciones de desequilibrio individual. Para colmo, Mariano González, su principal usina futbolística en estas primeras fechas, se mostró inestable en el comienzo.

Apenas hubo un derechazo alto de Michel a la salida de un tiro libre hasta el minuto 17, en el que la “Lepra” estiró el margen de su diferencia. En un tiro libre, Walter García abrió para la llegada de Tonetto, cuyo derechazo -desvío mediante- terminó superando a Bertoya.

A sabiendas de que tenía con qué, la visita se animó a continuar planteando el desarrollo lejos de Ayala. Para ello, fue importante la tenencia y manejo de los tiempos que le brindó su enganche Cardozo. Entre esa virtud y las licencias otorgadas por un Santamarina inoperante, el ganador se fue al descanso sin mayores apremios, salvo en un par de acciones aisladas que tuvieron a Vilchez como finiquitador. El ex Sarmiento de Junín primero despachó un remate cruzado apenas ancho y más tarde punteó el balón para desairar a Ayala, pero luego no se tuvo fe con su pierna derecha y la exigida definición con zurda no encontró el arco.

Más allá de esas acciones, Independiente Rivadavia lucía a gusto con el desarrollo, controlando a un Santamarina inoperante y presa de su incapacidad para resolver una noche mal barajada desde su comienzo.

Iniciado el segundo período, en pos de un descuento rápido, el aurinegro empujó sobre el área visitante y coqueteó con el gol un par de veces. Primero nadie llegó para conectar el centro de Alba, en una de las pocas veces que éste pudo llegar al fondo con claridad, y más tarde Mariano González reventó el travesaño desde la medialuna en la chance más clara de su equipo en toda la noche.

Buscando un cambio sustancial, Botella apeló a las modificaciones, con la llegada de Timpanaro y el solicitado Roger Martínez. Pero lo que cobró mayor injerencia en el trámite fue la expulsión de Walter García, desde la cual Santamarina les “rodeó la manzana” a los mendocinos. Botella terminó de quemar las naves con el ingreso de Bucci por Zbrun, pasando su equipo a defender con tres hombres. Mariano González, devenido en carrilero derecho como en sus “años mozos”, fue el alma de la reacción, desbordando una y otra vez, generando volumen ya sea a través de su gambeta o estableciendo sociedad con quien transitara cerca suyo. Y sería él quien más cerca del gol estaría, en sendas ocasiones. En una de ellas, mediante tiro libre, se topó con la notable respuesta de Ayala (ver foto) y tras cartón su zurdazo desde inmejorable posición salió mordido.

Su incesante búsqueda, finalmente infructuosa, sólo le sirvió al aurinegro para maquillar parcialmente su anemia ofensiva de pasajes anteriores, frente a un rival aplomado para plantarse y soportar sus embates.

Así, los mendocinos pisaron fuerte en el San Martín, siendo el primer visitante en festejar ante Santamarina en más de un año y medio, cortándole al anfitrión una racha de 24 partidos consecutivos sumando.

SANTAMARINA 0-INDEP. RIVADAVIA 2

(6)        Daniel Bertoya

(5)        Federico Martorell

(6)        Emiliano Capella

(5)        Federico Azcárate

(5)        Martín Zbrun

(5)        Román Strada

(5)        Federico Scoppa

(7)        Mariano González

(5)        Miguel Alba

(6)        Martín Michel

(6)        Pablo Vilchez

Duilio Botella

 

Josué Ayala      (6)

Walter García   (5)

Ariel Agüero    (6)

Leandro Caballero     (7)

Leandro Aguirre           (6)

Cristian Podestá           (6)

Federico Guerra           (6)

Diego Tonetto   (6)

Diego Cardozo  (7)

Arnaldo Castorino         (5)

Diego González Vega   (6)

Ricardo Rodríguez

Cancha: estadio San Martín. Arbitro: Pedro Argañaraz (6). Goles: PT: 6’ Caballero (IR) y 17’ Tonetto (IR). Cambios: en Santamarina: ST: 14’ Roger Martínez (6) por Michel y Maximiliano Timpanaro (5) por Strada, 22’ Diego Bucci por Zbrun. En Independiente Rivadavia: 19’ Sergio Modón por Cardozo, 31’ Carlos Rearte por Castorino y 38’ Claudio Velázquez por González Vega. Incidencia: ST: 17’ expulsado García (IR).

La figura

Leandro Caballero

Abrió el marcador con un preciso cabezazo. Fue importante en la faceta defensiva, desbaratando innumerables intentos del aurinegro.

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