Se saldó una deuda histórica con el Noroeste

La apertura de la calle Blandengues quebró el tradicional cinturón ferroviario y permitirá mayor conectividad entre esa popular barriada y la zona céntrica.

Luego de cuatro años de trabajos, trámites, permisos, postergaciones y otros contratiempos, ayer quedó oficialmente habilitado el tramo de 250 metros de la calle Blandengues, entre Sixto Lapsiur y Malvinas, la primera apertura realizada en casi 120 años a la barrera urbana que conformó el ferrocarril Bahía Blanca al Noroeste, con sus instalaciones entre Rondeau y Juan Molina.

“Hemos cambiado el mapa de la ciudad, logrando que se agregue una nueva calle. Este es un cambio completo para nuestro barrio, el final del aislamiento". Así definió Olga Sepúlveda, una de las muchas vecinas presentes ayer en el acto, al destacar los 20 años que, en lo personal, llevaba participando de distintas presentaciones y reuniones para lograr ese paso vehicular y peatonal.

"Tanto la gestión de (Cristian) Breitenstein como la actual siempre escucharon y entendieron nuestro pedido; ellos lograron esto", señaló.

Unos cien vecinos acompañaron en la víspera al intendente Gustavo Bevilacqua y a gran parte de su gabinete, más algunos concejales y al exsecretario de Obras Públicas, Rubén Valerio. Todos caminaron formando un singular frente, del ancho de la calle, desde las vías hasta Malvinas, donde un cerrado aplauso cerró el simbólico gesto de apertura.

Segundos después un taxi -patente IPH 820- se las ingenió para eludirlos y convertirse en el primer vehículo en circular por la flamante arteria.

El comienzo

Para Bevilacqua, la obra representa "el primer paso" en la recuperación de un predio de 30 hectáreas (850 por 260 metros) que fuera propiedad del ferrocarril inglés y que hoy está en manos del municipio.

La demolición del paredón sobre Malvinas, iniciada en 2011, es parte de esa intervención, al otorgar visibilidad al lugar y mejorar sus condiciones de seguridad.

"Hay que seguir trabajando y avanzando en la recuperación de este espacio. Pero no tengo dudas de que con la fuerza de los habitantes del barrio todo se va a lograr", señaló.

Reconoció que los trabajos se extendieron más de los previsto como consecuencia de algunas "tramitaciones complejas" y agradeció a los vecinos "que nos hacen ver sus necesidades".

Sobre el futuro del predio, la gente del barrio indicó su deseo de convertirlo en un gran espacio verde, con pistas de salud, plazas y lugares para la práctica de deportes, "como todo parque demanda", según mencionaron.

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