Rosario, la locura

Rosario, la locura
Después de tres años vuelve el clásico más apasionado del país: Central-Newell’s. Sólo siete de los 22 titulares sentirán otra vez lo que se vive en este derby. Un lujo.

Una experiencia conocida por unos pocos y nueva para la mayoría. Tres temporadas después del último clásico entre Central y Newell’s (Clausura 2010), en los planteles actuales no quedaron demasiados futbolistas que puedan contarles a sus compañeros de qué se trata jugar uno de los duelos más calientes del país. Son siete en total los titulares: Paulo Ferrari y Hernán Encina, en el rincón Canalla; y Maxi Rodríguez, Gabriel Heinze, Lucas Bernardi, Diego Mateo y Pablo Pérez, en la esquina Leprosa (también Manso, pero estará en el banco). ¿La experiencia es un factor decisivo? Para los protagonistas no es tan relevante, pero...

La historia indica que el Loncho, que esta tarde lucirá la cinta de capitán, disputó 11 clásicos rosarinos, contando torneos locales y la Copa Sudamericana 2005. ¿Qué siente? “Lo que se vive es inigualable, es espectacular estar adentro. Me siento privilegiado por formar parte de esto, aunque después a uno le toca estar amargado y a otro estar contento”. En tanto, el Sapito participó en 5 y nunca se fue derrotado (una victoria y cuatro pardas). Además, es el único de los dos equipos que le hizo goles al rival de toda la vida: fue en el empate 1-1 del Apertura 2001.

En la Lepra, todos los referentes ya lo jugaron, ya sea en el comienzo de sus carreras, antes de irse a Europa u otros destinos, o en las últimas ediciones. El Gringo, por ejemplo, estuvo en aquella recordada goleada 4-0 de la Academia, en el Apertura 97, un tiempo antes de emigrar al Viejo Continente; Lucas, la Fiera, Pablo y Pomelo ostentan un récord difícil de igualar, que es motivo de orgullo para ellos: entre todos alcanzan los 16 partidos jugados y jamás perdieron contra los primos. ¿Qué tal? Igual, el que más jugó del campeón y actual líder es el Piojo, que defendió la rojinegra en una docena de clásicos (cuatro triunfos, seis empates y dos caídas). “Estos partidos hay que ganarlos y nosotros vamos a salir a jugar como el puntero. Hay que demostrarlo en toda la cancha”, avisa Maxi, uno de los que hoy volverá a sentir lo que genera este cruce.

Debido a las tres temporadas en que el derby no se jugó porque Central estuvo en la B Nacional (de 2010 a 2013), se fueron depurando los plantes de ambos equipos y muchos de los que sí lo habían experimentado desde adentro ya no están. Por eso, para la gran mayoría será su bautismo en el partido que nadie se quiere perder. La cifra habla por sí sola: habrá 15 debutantes entre los 22 titulares y 28 de 36 jugadores si se considera a los suplentes. ¿Pesará la experiencia? En la cancha se verán los pingos...

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