Una rosarina acusa de estafa con un departamento a una profesional local

Una rosarina acusa de estafa con un departamento a una profesional local

La presunta damnificada afirma que una escribana y un vecino de La Banda se quedaron con parte de la propiedad que le pertenecía falsificando su firma. Los acusados dicen que nada es cierto. Esperan resultado de pericias.

Una sexagenaria rosarina habría adquirido la mitad de un departamento, pero años después descubrió que no era dueña de nada y que el vendedor se habría quedado con el dinero invertido. 

Allí básicamente radica la columna vertebral de una historia, cuya protagonista plasmaría en una denuncia por presunta “falsificación de instrumento público y estafa”. 

El primer capítulo del suceso arrancó el 18 de octubre del 2008 cuando la rosarina adquirió la mitad del departamento, reservándose -para sí- el vendedor el 50 % restante. 

Los voceros manifestaron que el valor global aproximado de la unidad era $ 120.000, añadieron las fuentes. 

Condiciones 

La operación se habría materializado ante una escribana del medio. 

También se supo que en dicho negocio, las partes acordaron un usufructo sobre la mitad del edificio. 

Según lo investigado, era tal la confianza que unía a la compradora con el vendedor, un vecino del barrio Mishqui Mayu, que la primera depositó en él los trámites posteriores de inscripción del inmueble. 

Después, la rosarina habría viajado a otra provincia, segura de que realizó una buena inversión. 

Desconcierto 

Meses atrás regresó a la “Madre de Ciudades” y la primera intención era recibir la documentación sobre el departamento de calle Perú, añadieron las fuentes. Al consultarle a la escribana sobrevino la sorpresa. La rosarina nunca habría sido inscripta en organismo, o escritura alguna, y por lo tanto, no era dueña. Según la notaria, días después de concertarse la operación, ésta quedó sin efecto mediante un agregado en el documento. “Los contratantes de común acuerdo dejan sin efecto ni valor alguno, la escritura de compra-venta, objeto de este instrumento. En consecuencia, las partes se devuelven recíprocamente: la vendedora, la posesión del inmuebles y la parte compradora, el dinero recibido”.

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