COPA LIBERTADORES / RIVER 1 - NACIONAL (PAR) 0: En la jugada del gol Fabbiani la bajó con la ayuda de su brazo y Buonanotte estaba adelantado.
Recién ahí, entonces, el Monumental entero pudo sacarse la mufa y soltar esa alegría contenida. Porque el Ogro la bajó con el pecho y el brazo y le dio al arco, Don no pudo retenerla y Buonanotte, en posición adelantada, la empujó al gol. Y fue triunfo mínimo en el debut copero ante Nacional de Paraguay. Y fue desahogo máximo. Y alegría. Y chau mala suerte...
Ganó River cuando otra vez ya parecía que no. Y fue justicia cuando de nuevo parecía otro empate.
Si el primer tiempo terminó en cero fue, en gran parte, mérito de los dos arqueros. Ojeda casi no tuvo trabajo en los primeros 45, pero cuando Nacional asustó con un tiro libre de Román, el 1 que había sido cuestionado ante Colón respondió bien y la sacó al corner.
El que sí debió revolcarse, volar y trabajar a destajo fue el arquero de los paraguayos. Ignacio Don reaccionó bien ante un cabezazo a quemarropa de Ahumada: tras tocarla, terminó dando en el travesaño. Un minuto después, en otra intervención decisiva, el arquero le tapó un mano a mano peligroso a Gustavo Tortuga Fernández. Y, ya sobre el final de la etapa inicial, atrapó un buen cabezazo de Cabral.
Así, los paraguayos conservaban la valla invicta ante un River que fue de mayor a menor. Porque en los primeros 25 minutos, River fue más. Presionó, jugó en campo rival y debió irse al entretiempo ganando por uno o dos goles.
Augusto Fernández volvió a dar el presente, como contra Colón. El 8 jugó bien, se asoció con Ferrari y también con Mauro Rosales, otro de los puntos altos del arranque del partido. Con ellos, River se fue haciendo superior. Y eso que Buonanotte no aparecía. Y eso que Tortuga Fernández no tenía peso en el área. Los centrales de River, en tanto, no daban demasiada garantía. El 10 (Román) se tiraba a espaldas de Ahumada. Y Arriola, con poquito, inquietaba arriba...
Gorosito empezó a quemar las naves de movida en el segundo tiempo. Afuera Abelairas; adentro Robert Flores. Pero nada...
Hasta que a los 14, no quedó más remedio. El público lo esperaba, las circunstancias lo requerían: que se venga el Ogro... Y Fabbiani entró nomás. Y hubo otro cabezazo de Cabral que sacó el argentino Don. Y el 23 de River, aun excedido de peso como está, tiró un taco enseguidita y, aunque la pelota la ganó Nacional, la gente igual enloqueció.
Mejoró el Enano pero River siguió sin encontrar el camino. Nacional, haciendo tiempo y más tiempo, también pudo gritar gol, pero Inca desvió su remate.
Dicho está. No había caso. Todo era apuro. Desesperación. Maldiciones. Era otro empate más. Hasta que Fabbiani y Buonanotte hicieron lo suyo y River, por fin, ganó de nuevo en casa. Y pudo sacar la cabeza del pozo.
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