Francia metió el batacazo del Mundial y uno de los más importantes de los últimos años en el básquet europeo y eliminó a España, en su casa, por 65 a 52. El equipo galo, de brillante defensa, fue sólido de principio a fin, bancó las reacciones locales y tuvo un cierre con madurez para sentenciar la historia. Ahora chocará con Serbia, por un lugar en la final. Los hinchas de la Roja abandonaron el estadio antes del final, pidieron la renunciar del DT Orenga y silbaron a sus jugadores (salvo a Pau Gasol). Y no es para menos: su selección no jugará ni por una medalla.

Boris Diaw fue la gran figura del partido con 15 puntos y un dominio total de la situación. Bien acompañado por Nicolas Batum (nueve y grandes defensas)  y Thomas Heuertel, con 13 (decisivo en el cierre). Pero lo mejor de Francia fue la defensa. Dejó en 52 puntos al gran candidato. Los españoles tiraron 2-22 triples y apenas encontraron respuestas ofensivas en el mayor de los Gasol, quien concluyó con 17 tantos y fue el único que dio la cara en el cierre. ¿Fin de la generación histórica para el local? Tal vez.

Este resultado, libera el camino de Estados Unidos al título. Y también es una buena noticia para la Argentina, porque un primer puesto de los norteamericanos liberaría una plaza en el Preolímpico de Monterrey.