Una revista porteña cuestiona cargo del director de “Los Andes”

Veintitrés publica en su principal nota de tapa que Arturo Guardiola, quien fue funcionario de la dictadura, es también ahora el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de Adepa.
El antecedente como funcionario encargado de la censura en un tramo de la última dictadura militar no le obstaculizó a Arturo Guardiola, actual director del diario Los Andes (propiedad del grupo Clarín), ser designado presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de Adepa, la asociación de entidades de prensa dominada por el grupo Clarín y el diario La Nación.

La entidad de prensa no reparó en esa oscura marca del pasado del director del centenario diario mendocino, puesta en foco el 29 de marzo de 2008 en Diario UNO.

Pero el tema volvió a tomar estado público a través del semanario porteño Veintitrés, que lleva la elección del mendocino en la Comisión de Libertad de Prensa de Adepa como tema principal de la tapa de la edición que hoy está en los quioscos.

En declaraciones al autor de la nota de Veintitrés, Franco Mizrahi, Guardiola se limitó a explicar que “en aquel momento tomé la decisión (de integrar un gobierno defacto) con buena voluntad y convicción para poner lo mejor al servicio... Hoy posiblemente pueda considerarse que fue un error político...”.

Tal como publicó Diario UNO en su edición del 28 de marzo de 2008, Guardiola fue subsecretario de Cultura y Educación en la primera mitad del gobierno de facto de Bonifacio Cejuela en Mendoza, a partir de enero de 1982. Desde ese cargo, el hoy director de Los Andes era el responsable de hacer cumplir la censura ordenada por los militares que conducían el país por la fuerza.

Adepa nombró en la comisión de Libertad de Prensa a Guardiola el mismo día que hizo conocer el informe de la entidad sobre la libertad en el país con la pelea entre el Gobierno y Clarín de fondo.

La declaración de la entidad dice textual: “Nunca, en estos 27 años de vida democrática, la tarea de los medios de comunicación, la de los periodistas y la expresión de opinión crítica, ha sido tan degradada por el Gobierno nacional y ciertos grupos de presión como en los últimos tiempos”.

Arturo Guardiola desembarcó en el gobierno de facto de la mano del entonces influyente dirigente demócrata Amadeo Frúgoli, quien se desempeñó como ministro de Defensa y tenía contactos aceitados con los militares. Frúgoli ubicó a Guardiola en la subsecretaría que dependía del Ministerio de Cultura y Educación a cargo de Lorenzo López Aragón. Si bien corría la dictadura y estaban vedados los planteos políticos, el Partido Demócrata hervía en internas mientras sostenía su alianza con la Junta Militar que gobernaba el país.

En la mitad de la gestión de Cejuela, estalló la puja interna debido a las peleas por el reparto de los cargos disponibles en el gobierno provincial.

Frúgoli, en represalia contra Cejuela, retiró a su gente del gobierno tras perder en la pelea por los cargos, según confirmó en su momento el ex gobernador de facto a Diario UNO. Entre los que se fueron de la gestión con Amadeo Frúgoli estaban Guardiola y Alberto Aguinaga –hermano de Juan Carlos–, quien se desempeñó como ministro de gobierno.

Mucho tiempo después, en marzo de 2008, esas internas volvieron a aflorar de boca del entonces ministro de Seguridad de Celso Jaque, Juan Carlos Aguinaga, en el marco de una pelea que protagonizó con Los Andes, dirigido desde hacía cinco años por Guardiola.

Los Andes “está dirigido por un correligionario mío que participó en el Proceso”, denunció Aguinaga mientras era ministro. Ni Guardiola ni Omar De Marchi, entonces presidente del PD, se hicieron eco de la acusación del ministro.

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