Si usted pasó por los supermercados capitalinos durante estos días, se habrá dado cuenta de que en las góndolas escasea un bien de “primera necesidad”, sobre todo para los santiagueños tan acostumbrados a las rondas de mate.
En al menos tres supermercados consultados, la situación es la misma. Carteles como: “Se les informa que estos productos son para consumo familiar”, o “Hasta dos paquetes por compra”, son comunes, y las quejas ya se empezaron a escuchar.
Las explicaciones que dan sobre los motivos de estas restricciones apuntan a los empresarios, que “especulan con el acuerdo de precios”. Una de las cajeras indicó a Nuevo Diario que “el producto final que llega a las góndolas ahora es distinto, porque la mayoría de las empresas yerbateras están cambiando el envase ‘para poder aumentar’ sin que estén cometiendo alguna infracción”.
Esto no implica que las marcas más consumidas por la gente dejen de estar a la venta, “simplemente va a haber más opciones, pero en ese ‘cambio’ de packaging producen menos yerbas de las conocidas y repercute de dos formas, el faltante que estamos viendo y un posible nuevo aumento en el precio que se viene teniendo hasta ahora”, comentó la empleada de un supermercado de avenida Belgrano.
Los precios que se manejan actualmente son: un paquete de yerba mate Taragüí por un kilo a $34,50; La Unión $33,90; Rosamonte $36,90; CBSÉ $32,99; Del Nor $18,99, Ñacanguazú $24,99. Las marcas menos reconocidas tienen precios muchos más bajos que llegan hasta $9,90 los 500 grs. Según informaron, si la situación de faltantes se agudiza las de primeras marcas podrían alcanzar los $40 ó $50, y las restricciones podían ser más.
Por el lado de los productores, acusaron a la industria y a los supermercados de quedarse con gran parte de esos incrementos, ya que “en las góndolas el paquete de yerba se vende a valores de entre $ 30 y 50 y el kilo de hoja verde lo pagan apenas a $3,10”, de acuerdo a declaraciones del director de Federación Agraria Argentina (FAA) en Misiones, Luis Andrusyszyn.
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