Cuando se acerca la hora del almuerzo los restaurantes y comedores comienzan a llenarse. Los participantes del V Congreso Mundial de Niñez y Adolescencia parecen hormigas que, por las veredas del Centro Cívico y sus alrededores, buscan una mesa para comer. Y debido a esta gran concurrencia de visitantes, muchos restaurantes de la ciudad reforzaron el personal para ofrecer una mejor y rápida atención.

’Cuando fue el Festival de Unasur nos dimos cuenta que hacía falta atender bien a los turistas’, dijo Patricia Gallardo, propietaria de Faustina uno de los restaurantes que incorporó mozos y cocineros. Al igual que ella hubo otros comedores que decidieron hacer este tipo de incorporaciones. Es más hasta los mismos dueños ayudaron en la atención.

Los refuerzos respondieron a que durante estos días de Congreso el trabajo creció notablemente. Es que algunos locales pasaron de atender unas 40 personas por almuerzo, a unas 120 o 150, por lo que se vieron sobrepasados. En algunos locales ofrecieron promociones especiales para los congresistas.

‘La gente es muy amable. Y en los restaurantes nos tratan muy bien’, dijo Daniela Chávez, de Misiones, que llegó en una comitiva de 23 personas. Y si bien muchos visitantes aseguraron que los precios son similares a los de sus provincias, hubo sanjuaninos que aseguraron que los quioscos de los alrededores del Centro Cívico son los que se abusaron con los costos de las galletas y las gaseosas sobre todo.