NORTE recorrió varios de los puntos de mayor tensión y pudo confirmar algunos episodios a partir del testimonio de vecinos. La Policía y Gendarmería se desplegaron inmediatamente con todo tipo de vehículos y gran cantidad de agentes. Los comerciantes salieron a las veredas armados con palos, pistolas y escopetas y muchos aseguraron que pasarían la noche sin moverse de sus comercios.

Tensión y despliegue

La jornada de este lunes se desarrollaba con relativa calma tras el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la Policía del Chaco luego de la violencia desatada el lunes. Sin embargo, alrededor de las ocho de la noche todo se volvió a descontrolar.

Casi como si se tratara de un virus, los avisos y rumores de saqueos se diseminaron por todos lados, la gente comenzó a correr, algunos se juntaban en las esquinas y los comerciantes bajaban sus persianas.

Recorriendo la calle Pellegrini podía apreciarse a gente apurándose por cerrar sus comercios, algunos hasta corriendo por las veredas. En la Peatonal el despliegue de la Policía y Gendarmería era impactante, y es que ese fue uno de los puntos en que se generó mayor alarma.

En dicho sector céntrico, a partir del testimonio de comerciantes y policías, no pasó nada. Aparentemente se vio a un grupo de personas bastante numeroso avanzar por avenida Alberdi en motos y carros pero sin consecuencias.

La peatonal se llenó de motos y patrulleros policiales además de camiones con agentes de Gendarmería. Hasta el lugar llegaron el ministro de Gobierno, Marcos Verbeek, el secretario de Seguridad, Marcelo Churin, y el Jefe de la Policía del Chaco, Gustavo Peña.

Ambos aseguraron que se trató de falsas alarmas: “hemos recibido de repente unas veinte llamadas al 911, es el clásico accionar para generar este tipo de inconvenientes”, dijo Peña.

Algo pasó ¿pero qué?

Es difícil determinar las causas que generaron semejante alarma en la sociedad aún conmocionada. Por tal razón, NORTE continuó su recorrida en la feria La Vieja Terminal de calle Santiago del Estero y Santa María de Oro.

Toda la cuadra estaba convulsionada, los comerciantes en las veredas cubrían sus locales armados con todo tipo de garrote. Todos los consultados coincidieron en señalar que hasta el lugar llegaron unas 20 ó 30 personas, en motos y camionetas, de las cuales bajaron con la intención de saquear la feria y algunos locales de la vereda de frente.

La reacción de los comerciantes los hizo desistir aunque con algunos forcejos, en eso llega la policía y los supuestos agresores huyeron en dos direcciones, hacia Santa María de Oro y hacia Alberdi. Al parecer, esta “corrida” provocó la alarma generalizada en la Peatonal.

Paralelamente salieron a la vereda los comerciantes de la feria de Las Heras. Como ya lo hicieron ayer, volvieron a cortar la avenida para evitar el paso de vehículos sospechosos. En el lugar se pudieron apreciar algunas armas de fuego y muchos garrotes. “Estamos esperando que vengan, estuvieron pasando, pasan en motos de a grupos observando para actuar, pero nosotros nos vamos a quedar acá toda la noche si es necesario”, expresaron algunos. También allí llegó Gendarmería.

Armados en el centro

Todas las calles mostraban un panorama similar para las nueve de la noche. Los comercios cerrados y gente en las veredas y esquinas.

Pasar por la Güemes ponía los pelos de punta. Los locales todos con las luces apagadas, en muchos de ellos con custodia privada o con la custodia de los mismos comerciantes. En ciertas esquinas se formaron grupos de civiles, de tres o cuatro, armados con escopetas y pistolas. También ratificaron que actuarían a la noche.

Otros comerciantes optaron por poner nuevamente sus vehículos como bloqueo en las puertas.

A todo esto, el patrullaje de las fuerzas de seguridad siguió siendo intenso por todos lados.

Realmente es difícil precisar con toda certeza cómo se generó todo. Solo resta esperar que los ánimos de tensión y temor de deriven en una nueva tragedia.