Las noticias llegan a través de las radios, los diarios y la televisión a cada minuto y relatan la desolación que provocaron y provocan las llamas en la ciudad chilena de Valparaíso, hoy escenario de uno de los peores incendios que sufrió el país.
Una angustia que relató en primera persona Daniel Ferreyra, un posadeño que hace diez años armó las valijas y partió rumbo a un futuro mejor que el que ofrecía la Argentina por ese entonces. Claro que jamás imaginó que su contacto con la tierra que lo vio nacer se iba a dar en estas circunstancias y así lo describió:
“La verdad es que es lamentable lo que está pasando, nunca me hubiese imaginado una situación así. Es impresionante ver que vivís en una ciudad y de repente ves solo un cuarto de ella, es realmente traumático, nos quedamos con la ropa puesta”.
Daniel trabaja en el Banco de Chile, se casó y tiene dos hijos chilenos además de otros dos argentinos que ya tenía. Aseguró que como primera medida puso a resguardo a su familia en una ciudad cercana pero no sale de su asombro al ver a su alrededor y notar que además de la angustia y la impotencia, reinan la incertidumbre de muchas familias que deberán comenzar de cero.
De acuerdo al último balance oficial, el incendio, que comenzó en la tarde del sábado pasado, dejó 12 muertos, arrasó 850 hectáreas, destruyó por completo 2000 viviendas, en tanto dejó 8000 damnificados y 10.000 evacuados, la mayoría de los cuales acudieron a casas de familiares, en tanto unos 1200 durmieron por segunda noche en los ocho albergues habilitados.
“Todavía no se sabe fehacientemente qué fue lo que ocurrió, se cree que fueron dos gaviotas que se posaron sobre cables y que ocasionaron las llamas. La ciudad de Valparaíso tiene un millón de habitantes y es el segundo puerto del país en importancia, tiene un gran movimiento económico”.
Daniel aseguró que está en permanente contacto con su familia en Posadas, llamándolos para llevarles tranquilidad de que él y su familia están bien.
Las informaciones que trascienden hablan de por lo menos 20 días más para apagar totalmente el fuego y el gobierno de Chile solicitó ayuda aérea a la Argentina para combatirlo.
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