Refugiados en bote llegan a costas británicas por primera vez

Refugiados en bote llegan a costas británicas por primera vez

Inmigración en Europa. Son 20 inmigrantes. Arribaron en una embarcación inflable a las costas de Kent. Nunca antes un caso similar había ocurrido en el Reino Unido.

Por María Laura Avignolo

El tan temido escenario de un nuevo mar Mediterráneo de refugiados en el Canal de la Mancha comenzó a corporizarse para Gran Bretaña en la madrugada de ayer. Veinte migrantes llegaron en un bote inflable, que comenzó a desinflarse, a las costas británicas de Kent. Tras avisar a sus familiares en Calais, fueron rescatados por un helicóptero y varios barcos británicos a las dos de la mañana. Han sido detenidos y el ministerio del Interior británico decidirá su suerte.

En un bote inflable rígido iban 18 inmigrantes albaneses y dos británicos, aparentemente los traficantes, cuando comenzó a desinflarse. Estaban a unas 50 metros de la playa pero muchos de los ellos no sabían nadar. Todos fueron recogidos y trasladados a Dover, donde el caso está siendo manejado por la Border Force, que controla las fronteras británicas.

Es la primera vez que un bote inflable alcanza las costas británicas desde Francia, donde los refugiados que quieren llegar a El Dorado británico intentan infructuosamente abordar camiones y trenes para atravesar el canal por el túnel que une a ambos países, a riesgo de su vida. La playa de Kent que intentaban alcanzar es el camino más corto –exactamente 20 millas náuticas– desde Francia a Gran Bretaña.

Los refugiados llamaron a sus familiares en Calais, ellos al servicio de rescate en Francia, que se comunicó con sus pares británicos. Así se puso en marcha la operación: un helicóptero desde Francia, botes de salvataje de Dungeness y Littlestone y equipos de rescate de Dungeness y Folkestone.

“Esto confirma nuestros miedos: los traficantes están listos a tomar medidas extremas para llegar a Gran Bretaña. Pero el canal es como una real autopista y presenta un gran peligro para este tipo de cruces”, alertó Bernard Baron, de la organización francesa SNSM, que ayudó con la operación.

Baron explicó que en el Canal de la Mancha está el mayor trafico marítimo del mundo, con corrientes fuertes y cambiantes y tormentas, que ponen en riesgo la vida de quien cruza en un bote inflable. Un barco carguero de petróleo, que circula frecuentemente por el Canal, va como mínimo a 20 nudos por hora y necesita 5 millas de anticipación para frenar. Un bote inflable no se ve en el radar y se confunde con el color de las aguas en el canal. Las posibilidades de ser aplastado por un barco son altísimas. El temor es que el Canal se convierta en un cementerio de refugiados, como es hoy el Mar Mediterráneo.

En pleno referendum por Europa, ésta es la peor noticia para los políticos británicos, cuando su opinión pública esta obsesionada por la inmigración ilegal. Ha decidido reforzar las patrullas para impedir cualquier llegada.

Es la primera vez que un inflable consigue llegar a Gran Bretana. En febrero cuatro iraníes fueron descubiertos y rescatados, cuando uno de ellos consiguió regresar a la playa francesa de Sangatte y avisar a los servicios de rescate. En abril pasado, dos iraníes, en otro inflable como el que usan los niños en la playa, fue rescatado en el Canal cuando consiguieron alertar a un barco, con la luz de su teléfono celular. Estaban a borde de hundirse. El bote se encontraba a una milla del puerto de Dover, tras estar ocho horas en el agua, sin equipo de seguridad o salvavidas en el estrecho de Dover, que tiene la mayor circulación marítima del mundo.

Con Gran Bretaña completamente cerrada a los inmigrantes y decidida a no recoger a los que se encuentran diseminados en los campos de refugiados de La Jungla de Calais y Dunkerque, los traficantes ahora han comenzando a utilizar los mismos métodos de los refugiados que llegan desde Libia al Mediterráneo, pero en un bote más fuerte y con motor más poderoso. Un mes atrás, en el victoriano puertito británico de Whistable, un yatch depositó en la playa a un grupo de refugiados, que nadaron y se perdieron en la playa del estuario del Támesis. Otros veleros han llegado durante la madrugada a puertos de ríos británicos. Pero, oficialmente, ningún inflable con inmigrantes había podido llegar a 50 metros de una playa en Gran Bretaña.

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