Un grupo de ecologistas pide que se apruebe el proyecto que prohíbe la explotación de privados de la minera y el turismo en esa zona de Uspallata.
La iniciativa comenzó hace algunas semanas por esa red social y ya consiguió varias docenas de seguidores que pretenden hacer oír su voz este mes –quizás en las puertas de la Legislatura provincial– para que esa zona, que ronda las 6.500 hectáreas, pase a ser de dominio público y que no siga en manos de una empresa privada como hasta ahora.
Es que allí, lindante con la reserva natural Villavicencio, de la empresa Danone SA, se encuentra el área de Paramillos, explotada turísticamente por la compañía Minas del Oeste, comandada por la familia Capredoni.
La lucha no es de ahora para Augusto Menéndez y Rubén Darío Romani, los precursores del grupode Facebook y creadores del proyecto de ley que se presentó en diciembre del 2010 en ambas cámaras de la Legislatura de Mendoza que busca declarar “Monumento Natural de la Provincia de Mendoza” a la zona andina conocida como Paramillos de Uspallata y la declaración de “Patrimonio Cultural de la Provincia de Mendoza” a las ruinas de la histórica mina de Paramillos, la más antigua del país.
UN ÁREA COMPLETA. La región propuesta incluye al yacimiento paleontológico y arqueológico Bosque de Araucarias de Darwin, sitio conocido internacionalmente, donde el naturalista Charles R. Darwin descubrió el primer bosque fósil de araucarias de Sudamérica.
“Se usurparon esos terrenos, de 6.500 hectáreas. Son del Ejército y nadie puede desalojarlos aún. Hay una usurpación y se daña el medioambiente con las actividades turísticas que hacen allí. Hay uso de motos y no se cuida el patrimonio cultural ni histórico”, lamentó Menéndez, en diálogo con El Sol. Este diario quiso comunicarse con Pedro Capredoni, propietario del monumento natural de Paramillos, pero fue imposible puesto que el empresario se encuentra en el exterior, al menos hasta el jueves, según informaron ayer sus colaboradores.
Si bien ha habido intentos para expropiar esas tierras, aún no se avanza en los dos proyectos de ley para que se considere un patrimoniodel Estado. Sin embargo, las leyes vigentes también garantizan hoy la no explotación del lugar si esta impacta negativamente en el ambiente. De hecho, en la reforma de la Constitución nacional, en 1994, se plantea la incorporación del derecho de tercera generación; es decir ambientales, donde “no importa el propietario de un lugar si este afecta al medioambiente”.
Por tanto, los proteccionistas aseguran que en Paramillos hay dos sitios de “dominio público” y, por ende, nadie puede intervenir en ellos. De hecho, las ruinas del lugar –sobre ruta provincial 52– son las segundas más antiguas de América y las más viejas de todo el país. Por otra parte, allí se pueden encontrar fósiles del período Triásico, por lo que la zona es de alto interés paleontológico.
A esto hay que sumarle la biodiversidad pues existe allí una cantidad de fauna y flora relevante y hasta las minas del lugar, donde se explotó el plomo, la plata y el zinc hasta la década del 60.
“Toda esta riqueza debe ser de dominio público. Vemos que en Paramillos están cobrando peaje como si fuera la calle San Martín. Debería ser un área de todos y la maneja el sector privado y en las peores condiciones de sustentabilidad”, agregó Menéndez.
PROTECCIÓN LEGAL. Además del proyecto que data de hace cuatro años y que está “cajoneado” en Legislatura, por su parte, el diputado provincial por el PD Aldo Vinci también presentó su proyecto para otorgar “protección legal” a la reserva, que sólo fue nombrada como tal mediante una resolución del Ejecutivo.
La iniciativa busca meterse sólo con la zona de Villavicencio, a cargo de la multinacional Danone y que, según Vinci, maneja la reserva “a la perfección” y cuidando mucho de que la empresa de al lado no contamine el agua que recibe a través de perforaciones. “Mi proyecto tiende a que se preserve el agua, las especies y el paisaje y no a través de una resolución, sino a través de una ley provincial, para darle más jerarquía y que no cualquier funcionario pueda cambiarla. No importa si la maneja un privado, porque, quizás, el Estado no está en condiciones de mantenerla, pero debe ser preservada siempre”, indicó Vinci.
PROBLEMAS DE TERRENOS. Desde la Municipalidad de Las Heras afirman que la familia que explota turísticamente las ruinas ha intentado varias veces realizar un cateo para, en un futuro, lograr la explotación minera que dejó de realizarse hace más de medio siglo. Más allá de que la Ley provincial de Minería permite cualquier tipo de actividad de este tipo, la propia Danone quiere evitar por todos los medios que los minerales se trabajen tan cerca de la reserva de agua. De hecho, hace dos meses, la empresa que explota Paramillos pidió autorización para trabajar los minerales en San Juan. Sin embargo, desde el Ejecutivo provincial prefieren no emitir opinión todavía. Por un lado, en Uspallata, la movida antiminera es cada vez más fuerte y, por el otro, no sería redituable para el Estado que el mineral se explote en la provincia vecina. “Los dueños de esas hectáreas, la empresa Minas del Oeste, querían buscar un socio para hacer cateos pero no creo que el Gobierno permita algo así. Tendría que haber un estudio previo muy grande e integral, ya que nuestra Ley de Minería no permite este tipo de actividad. También habría que evaluar si se tributaría en Mendoza o en San Juan”, indicó el intendente lasherino Rubén Miranda.
PARAMILLOS Y SU HISTORIA. Existe una página web especial que cuenta la historia de Paramillos, escrita por un grupo de personas vinculadas a la historia, el trabajo y el paisaje del lugar (wordpress.com). Aquí, algunos ítems: Jesuitas. Los misioneros descubrieron el lugar en 1614. En 1640 ya estaban explotando la zona para extraer los minerales. Cuando la congregación fue expulsada de América, los españoles tomaron posesión de las minas hasta 1810. En 1816, la Compañía patriótica de minas donó al Ejército Libertador gran parte del material extraído. Las ruinas del Gobernador. Elías Villanueva, gobernador de Mendoza a fines del siglo XIX, se hizo cargo durante un período. Luego llegaron inversores ingleses que debieron abandonar la zona cuando fue el conflicto de Malvinas. Hoy queda una actividad que fue abandonada y un litigio entre Nuclear Mendoza (estatal) y Minera del Oeste (privada).
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