En la mayoría de las denuncias, los trabajadores piden que si identidad no se dé a conocer por miedo a represalias. La última en comunicarse fue una integrante del equipo de Sanidad Penitenciaria que cumple sus funciones en el Complejo de Florencio Varela.

“Cuando ingresé al Servicio me pusieron como escalafón general, por error de ellos, ya que soy profesional y cumplo el rol como tal. Pedí que lo corrijan, pero me lo negaron por cuestiones presupuestarias, aunque me dijeron que cumpla las horas normalmente como profesional”, explicó.

Pero, a partir del recorte que encaró la nueva gestión, en las últimas horas reflotó aquel error administrativo: “Hoy, de cumplir con mis 25 horas semanales, pretenden que haga 40 horas por el mismo sueldo, algo muy injusto e irrisorio ya que, de un día para otro, quieren que cumpla con lo pautado para el escalafón general cuando me desempeño como profesional”.

Además de esta denuncia, la empleada penitenciaria aseguró que tanto ella como el personal de Sanidad están desganados: “Hay una psicóloga cada 1000 presos, es algo que no tiene sentido y se hace muy difícil encarar un proyecto serio”.

Asimismo, reconoció que naturalizaron muchas barbaridades: “Los días de guardia, no dejamos los pies en el piso por miedo a que nos muerdan las ratas y nos ponemos tapones en las orejas por las cucharachas”.