El debate por el nuevo sistema de gestión de residuos sólidos urbanos, a partir del ingreso del pliego por parte de la Municipalidad el año pasado, sigue sumando posturas. El Sindicato de Recolectores de la ciudad salió a apoyar el proyecto de la Intendencia, reclamó que la totalidad de los contenedores deben ser metálicos para evitar casos de vandalismo, pero pidieron que se sumen incineradores de residuos como una de las posibilidades a implementar para minimizar el volumen de basura que va a disposición final. Ante esta propuesta, ambientalistas remarcaron que este tipo de prácticas agravan la crisis ambiental y climática, a la vez que retrocede su uso y financiamiento en otros continentes; en concreto, señalaron, entre otros puntos, que estas técnicas son caras y tóxicas para el ambiente.

La discusión por el nuevo sistema de gestión de residuos sólidos urbanos comenzó en las comisiones del Concejo, nuevamente, en el inicio del año legislativo. La Municipalidad presentó el nuevo pliego a mitad del año pasado y los ediles cuentan con un año y medio por delante para discutir las propuestas que elevó el Ejecutivo al Palacio Vasallo.

El debate por la renovación del sistema de gestión de residuos sólidos urbanos comenzó a darse a principios del año pasado, pero las discusiones sobre el nuevo pliego, enviado por la Municipalidad al Concejo a mitad del 2022, recién empezaron a darse este año. El vencimiento de las concesiones de las empresas encargadas de la recolección de basura domiciliaria en los barrios tenía fecha para julio del 2022 y es por eso que los ediles tuvieron que dar lugar a un pedido de prórroga por parte del Ejecutivo, el cual está vigente y durará hasta el 31 de julio del 2024 o hasta el inicio efectivo de la prestación del servicio por parte de los nuevos adjudicatarios de la nueva licitación pública.

A poco menos de un año y medio de que se venza la prórroga, se suman miradas y propuestas para que los ediles tengan en consideración durante la discusión, además del pliego presentado por la Intendencia. En ese marco, desde el Sindicato de Recolectores de Rosario se mostraron a favor del proyecto municipal y añadieron otras propuestas a los concejales.

El titular del gremio, Marcelo Andrada, dijo: “La ciudad ya debería tener un 100% de contenedores e ir reemplazando los plásticos por los metálicos, porque el vandalismo es impresionante. Y debe analizarse la posibilidad de trabajar sobre la incineración (de residuos), que ya se practica en muchas ciudades de Europa”.

Sobre el pliego, afirmó que “hay varios puntos por discutir” y manifestó: “Podemos trasladar las necesidades para una mejor calidad de trabajo y para la ciudad, ya que son nuestros trabajadores los que día a día cumplen la función de la recolección de residuos. Esperemos que los concejales nos convoquen”.

En contra

Desde el Taller Ecologista aseguraron que discutir la posibilidad de incorporar la incineración de residuos “en el año 2023 es anacrónico”, y sumaron: “Necesitamos soluciones reales a la crisis ambiental y climática”.

“La incineración perpetúa estas crisis y las agrava. Los incineradores destruyen recursos que deberíamos recuperar, agravan el cambio climático, generan y dispersan sustancias tóxicas. La incineración es la tecnología más cara para gestionar residuos y su lógica de funcionamiento condena a las ciudades a terminar desinvirtiendo en estrategias sustentables para gestionar los residuos”, añadieron, y consideraron que este tipo de prácticas “compiten con el reciclaje, por lo que son una amenaza al trabajo de cartoneros y recicladores”.

Sobre el proceso de incineración, explicaron: “Existe la fantasía de que hace desaparecer la basura, pero los residuos se convierten principalmente en gases que terminan en la atmósfera y cenizas. Estas cenizas son mucho más peligrosas que la basura en sí y deben ser dispuestas en forma segura, mientras que los gases afectan el clima y tiene un sinfín de sustancias tóxicas para la salud, como dioxinas y furanos”.

Uno de los puntos que resaltan de la incineración es su supuesta posibilidad para generar energía. Sobre esto, desde el Taller Ecologista detallaron: “La industria está vendiendo incineradores como forma de «valorización energética», pero la verdad es que al quemar un material perdemos la energía que se utilizó para producirlo, por lo que en definitiva los incineradores lo que hacen es derrochar energía, no generarla”.

“Defender la incineración con el argumento de que es una tecnología que se usa en Europa es insostenible. Las distintas políticas de sustentabilidad de la Unión Europea (UE) han excluido a la incineración, por considerar que amenaza los objetivos ambientales. En la UE ya no se financian proyectos de incineración”, concluyeron.