El último corte de agua que dejó sin servicio a miles de mendocinos se politiza. El radicalismo salió a pedirle al Gobierno provincial que los usuarios afectados reciban un resarcimiento económico en la próxima boleta de Aysam. Desde el EPAS, indicaron que primero tiene que terminar la reparación del caño maestro para evaluar si la empresa prestadora tuvo responsabilidad y cuánto impactó el cese de agua en los mendocinos. En el interín, adelantaron, habrá otro corte más que resintirá el servicio.

El Gran Mendoza se encuentra en alerta amarilla en materia hídrica, lo que implica cuidar al extremo el agua potable. Los problemas ocasionados por la rotura del caño de 1.100 milímetros de diámetro -y que está conectado a las plantas potabilizadoras de Benegas y Alto Godoy- no terminaron. Cuando los técnicos de Aysam repararon el tramo afectado -ubicado en calle Viamonte, de Chacras de Coria-, se produjo otro problema a metros de la primera pérdida. Por estos días, desde el organismo de control han señalado que el servicio se ha reestablecido aunque todavía hay falta de presión en zonas puntuales de Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén y Ciudad de Mendoza.

La situación ya tiene su costado político. En la Legislatura, el radicalismo pidió al Ejecutivo que implemente un descuento a los usuarios que se vieron afectados por la falta de agua. Y es político porque el diputado radical Roberto Infante apuntó como responsable de la situación al Gobierno provincial.

Infante -de afiliación cornejista- recordó además que desde hace un mes espera respuestas a un pedido de informes que fue aprobado por la Cámara para que desde Aysam expliquen qué se hizo a partir de la reestatización de la ex Obras Sanitarias. Entre otros puntos, el radical busca determinar si se tomó el endeudamiento autorizado (500 millones de dólares) para realizar las obras que los privados nunca ejecutaron.

Aysam fue reestatizada por la gestió de Celso Jaque bajo el argumento de que los concesionarios privados no habían invertido en obras que mejoraran el servicio. “Este aspecto fue el caballito de batalla del justicialismo para que la empresa se estatizara y, así, estar en sintonía con la ola kirchnerista. Pero el tiempo pasó y, en realidad, esto no fue más que una máscara porque la realidad nos muestra que las inversiones nunca se hicieron, esas que tanta falta nos hacen a todos, ya que el servicio no se ajusta al crecimiento demográfico que ha tenido la provincia”, aseguró Infante.

Primero hay que determinar la causa y la responsabilidad

Por su parte, Javier Montoro señaló que en varias oportunidades el Epas ha habilitado al operador del servicio para realizar los descuentos pertinentes a partir de cortes en el servicio.

Sin embargo, suspeditó el pedido del radical hasta tanto no se determinen las causas por las que miles de mendocinos quedaron sin agua a partir del miércoles pasado. El titular del ente regulador explicó que, a partir del problema, el organismo inició una investigación administrativa para saber si la empresa prestadora, Aysam, tuvo alguna responsabilidad en el corte y, también, para determinar cuántos usuarios sintieron el impacto del corte y por cuánto tiempo.

Montoro explicó que todavía no se conoce la causa de la rotura en el acueducto. "Ellos -por Aysam- dicen que se ha producido una rotura del acueducto, hemos evaluado cómo ha actuado en función de sus planes de contingencia y tenemos que concluir una vez que todo esté reparado. No puedo salir a decir que no se pague la boleta a priori", indicó el funcionario a cargo del ente regulador.

De hecho, el comité técnico de seguimiento -cuyo vocero es Pablo Gudiño, gerente de operaciones de la empresa estatal que conduce Luis Böhm- ha informado que en un plazo de 15 días Aysam contará con los materiales para reparar la nueva pérdida y reemplazar el tramo. Por el momento, se están realizando medidas preventivas, informaron, pero la empresa de aguas mendocina tendrá que volver a cortar el servicio cuando se produzca la reparación.

"Se informará con tiempo porque habrá un nuevo corte programado, para que impacte lo menos posible en los usuarios", adelantó Montoro.

En tanto, bajo el alerta amarilla, los mendocinos tendrán que cuidar al extremo el agua potable. Desde el EPAS indicaron que se mantienen las restricciones para regar jardines y calles no pavimentadas, llenar piletas y extremas el cuidado en el consumo diario.