Un recital solidario para recordar a Renzo Casali

Un recital solidario para recordar a Renzo Casali
El joven murió atropellado por un conductor alcoholizado en Mendoza, donde estaba de viaje de egresados. Sus padres siguen en la línea de transformar el dolor en acción. Juntaron comida y juguetes para comedores de Tolosa.
“La experiencia es instransferible y es imposible saber o decir de donde sacamos fuerzas. Yo creo que simplemente es Renzo”, dice Raúl Casali, el papá del joven músico que murió atropellado por un conductor que superaba tres veces los niveles tolerables de alcohol en sangre. Esta parado junto a su esposa Ileana y su otro hijo, Franco, en el playón de 1 y 528, muy cerca de la casa familiar. Junto a los compañeros del bachillerato de Bellas Artes organizaron un recital para juntar alimentos y juguetes para 400 chicos que son atendidos por cinco comedores de la zona.

El dolor lo transformaron en acción. Y esa acción en celebración. En el playón montaron un escenario donde los músicos, la mayoría de ellos del Bellas Artes van pasando con su arte bajo el brazo. A un costado otro de grupo de chicos trabaja sobre lienzos en una pintada colectiva. Y hay algunos puestos en los que se venden las tortas, postres y comidas que los chicos trajeron para vender. Lo recaudado también estás destinado a los emprendimientos solidarios.

La remera negras con la leyenda “Todos somos Renzo”, en el pecho, y el símbolo de prohibido el alcohol en la espaldas dominan la escena. Son docenas los jóvenes que las lucen, y también los familiares de Renzo. Muchos de los chicos del coro, del cual él formaba parte, están sentados juntos, siguiendo de cerca lo que ocurre en el escenario.

Cerca de los padres y del hermano del chico fallecido hay gente de la ONG Renacer que trabaja con padres que deben afrontar el dolor de la pérdida de un hijo. “Es algo intransferible”, insiste Raúl, e Ileana asiente. Se los nota enteros para ponerse al frente de esta actividad, así como lo hicieron de la multitudinaria marcha que se realizó el 31 de octubre.

Atienden con mucha amabilidad, perdonando incluso ciertas intromisiones periodísticas como las ocurridas cuando fue el accidente y la información que llegaba de Mendoza era confusa. “Sabemos que el alcohol está demasiado instalado, y que los jóvenes no van a dejar de beber, pero con esto queremos por lo menos intentar concientizar para que si beben no se pongan al frente de un volante”, dice Casali, sin dejar de saludar a cuantos vecinos, familiares y amigos se acercan a estrechar un abrazo.

Comentá la nota