La caída en los precios del cartón, la competencia con residuos importados y la disminución del consumo generaron desequilibrios en el reciclaje, que ponen en riesgo la sostenibilidad de las cooperativas.
Por Santiago Bonet.
La Cooperativa "Reciclando Nuestros Sueños" de la Santa Fe advirtió esta semana sobre la crisis del reciclaje que se evidencia en el sector, poniendo en riesgo no solo la subsistencia de cientos de familias, sino también la sostenibilidad de un grupo clave en la gestión de residuos de la ciudad.
La caída de los ingresos de los trabajadores del reciclaje –que alcanzó un 60% según informó la cooperativa en un comunicado–, producto de la reducción en los precios del cartón, ha desestabilizado la actividad que durante años les permitió subsistir.
En medio de eso, se encuentran factores como la disminución del consumo y la novedosa competencia de empresas extranjeras que exportan a nuestro país residuos más baratos, lo que ha hecho que los esfuerzos de los cartoneros ya no sean rentables.
"Hay muchos compañeros que no están pudiendo cubrir gastos mínimos para alimentos, medicamentos, ropa, materiales escolares o transporte", denunció la presidenta de la cooperativa e integrante de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores, Verónica Luna, en diálogo con AIRE y mencionó: "Hace dos años, al cartón lo pagábamos a 250 pesos, y ahora lo estamos pagando a 70".
Luna afirmó que actualmente hay 350 personas asociadas a la cooperativa "debido a la falta de trabajo", y lamentó la situación de sus compañeros que "están 24/7 en la calle recolectando material".
Los factores que agravan la crisis
Según la cooperativa, hay cuatro causas centrales que explican el escenario actual:
- Caída del consumo: con menos actividad comercial y menor compra de productos, hay menos cartón y materiales reciclables disponibles en la vía pública y en los comercios, lo que reduce la capacidad de recolección de los cartoneros.
- Importación de residuos: la apertura de importaciones generó lo que califican como “competencia desleal”. “Las empresas prefieren comprar basura importada más barata en dólares, en lugar del material recolectado localmente”, señalaron.
- Aumento de trabajadores: cada vez más personas, incluidos adultos mayores, se suman a la actividad del cartoneo como única fuente de ingresos, lo que genera mayor competencia por menos recursos.
- Precios bajos y falta de venta: el precio del cartón reciclado se desplomó un 60%. “En algunos casos, los camiones cargados no pueden venderse por falta de demanda o por la saturación de depósitos”, indicaron.La voz de la industria y el impacto de las importaciones
La industria argentina es extensa y diversa, y muchas empresas trabajan con el reciclaje involucrando tanto la producción de papel y cartón a partir de materiales reciclados, como la fabricación de cartones rígidos para diversas aplicaciones, entre otros usos.
Oscar Manara, vocal de la comisión directiva de la Unión Industrial de Santa Fe y socio gerente de Eco Aislación SRL, explicó a este medio los desafíos actuales y el vínculo de la industria con el reciclaje, ratificando que ese sector está siendo afectado principalmente por la competencia de residuos importados.
Manara contó que en el reciclaje existen dos mundos diferenciados: uno de ellos está compuesto por aquellos que trabajan con scrap industrial, un material proveniente de fábricas e imprentas que generan residuos de papel y cartón durante sus procesos productivos, como el troquelado. Este material reciclable, más limpio y más costoso, es utilizado por las grandes industrias para fabricar productos como cajas o cartón corrugado.
El otro mundo del reciclaje está conformado por los cartoneros, quienes recolectan el cartón y otros materiales reciclables de la vía pública, hogares o comercios.
En ese sentido, Manara subrayó que el reciclaje no es un mercado que se afecte por la inflación o el dólar, sino que depende de factores más puntuales. Según explicó, hay momentos en que el precio del cartón o papel reciclado permanece estable durante un largo período o incluso disminuye, mientras que de repente puede subir. Por ejemplo, tras una inundación en el norte argentino que destruyó grandes cantidades de material reciclable, el precio del cartón aumentó debido a la escasez de este recurso.
"Lo que está pasando ahora es que los grandes corrugadores, que consumen grandes volúmenes de cartón para fabricar su papel y luego el cartón corrugado, hoy están optando por importar bobinas de papel en lugar de usar material reciclado, ya que les resulta más rentable debido a la conveniencia del tipo de cambio", señaló Manara.
Esta situación de la importación afecta la demanda local y hace que los precios de los materiales reciclables caigan. Manara sostuvo que el cartón reciclado, que antes se pagaba a precios más altos, ha experimentado una caída drástica, de hasta un 50% en los últimos meses.
"Las fábricas que producen cartón corrugado hoy prefieren importar bobinas de papel en lugar de fabricar su propio papel a partir del reciclaje. Esto provoca que no se consuma el papel reciclado que se recoge de la calle, afectando a los recicladores", sintetizó Manara.
En el reciclaje local, la cadena productiva comienza con el carrero, que recoge el material reciclable y lo lleva a un acopiador. Este acopiador clasifica, pesa y enfarda el material antes de venderlo a las fábricas. En las grandes empresas, este proceso se optimiza, pero con la importación de materiales reciclables, las fábricas ya no compran tanto material reciclado local, lo que afecta a los recicladores.
La crisis del reciclaje en Argentina: "La desigualdad social se agrava"
Iván Imbert, licenciado en Sociología e investigador de la UNL que se dedica al estudio de los trabajos informales, analizó en profundidad los efectos de esta crisis en los recicladores, quienes han tenido que adaptarse a un mercado cada vez más difícil.
El especialista explicó que, en los últimos años, el mercado de reciclaje en Argentina ha sufrido una transformación significativa. Mientras que anteriormente existía una cierta estabilidad para los recicladores, la apertura de importaciones de residuos reciclables ha generado una competencia desleal.
"La oferta de cartón ha crecido debido a la llegada de nuevos recicladores, en gran parte motivados por la crisis económica y la falta de empleo. A partir de enero de este año, las empresas recicladoras tienen la posibilidad de importar residuos no contaminantes de otros países. Entonces, los cartoneros y las empresas recicladoras ahora deben competir con con las empresas extranjeras", señaló Imbert.
En esa línea, continuó: "Tenemos que pensar que el cartonero ya está por fuera del mercado laboral formal, incluso informal, y encontraban en el cartón una cierta estabilidad, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos para muchas familias".
El sociólogo advirtió por un proceso de fragmentación que se evidencian en las ciudades, donde existen "sectores incluidos y sectores no incluidos, y que interactúan en toda la ciudad".
"Lo que viene pasando es que los sectores no incluidos en esto de la economía formal e informal se están distanciando socialmente de los sectores medios y de los sectores altos; y esa distancia hace que empeore su situación porque generalmente obtenían de ese intercambio de buscar cartón una solución económica", explicó, dando cuenta así de una desigualdad social creciente.
La falta de rentabilidad en el reciclaje está obligando a los trabajadores a pasar más horas recolectando cartón en las calles, en un intento por obtener los mismos ingresos que antes: "Muchos cartoneros que trabajan dentro de las cooperativas han tenido que salir a cartonear más tiempo porque el precio del cartón ha bajado. Esto ha puesto en peligro la estabilidad económica de las cooperativas, que ya no pueden cubrir los costos de sus operaciones", ejemplificó el sociólogo.
Para Imbert, el Estado tiene un papel fundamental en esta crisis. Aseguró que las políticas públicas deben fomentar la organización y el fortalecimiento de los recicladores, especialmente a través de la gestión de residuos y la colaboración entre el sector público y las cooperativas.
Sobre esto último, destacó un programa piloto que busca vincular a los cartoneros con los vecinos de la ciudad para mejorar la recolección de materiales reciclables y aumentar la rentabilidad del sector. "Los cartoneros organizados podrían recolectar el cartón de forma más eficiente y a mejor precio, sin tener que convivir con otro tipo de residuos", comentó.
"Es crucial que el Estado aproveche los recursos existentes en las cooperativas, como su capacidad organizativa y la infraestructura. Estimular estos procesos puede generar un cambio en la situación de los recicladores y permitirles mejorar sus condiciones laborales", concluyó.
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