Con un doblete del ídolo Milito y el primero de Gastón Díaz, aplastó a Central 3-0 en Rosario y deberá sumar de a tres en la última en el Cilindro para coronarse luego de 13 años.
Racing iba con toda su ilusión a Rosario para tratar de consagrarse hoy mismo. Claro, para eso necesitaba ganar y que no lo hicieran ni River ni Lanús. Al principio estaba muy impreciso y el local estuvo a punto de abrir el marcador tres veces, pero apareció Saja. Hasta que llegó el primero: Voboril quitó sobre la izquierda y metió un gran pase para Milito, que con toda la jerarquía frenó y la abrió a la derecha. Videla remató al palo y Gastón Díaz, claramente en offside, la empujó para el 1-0 justo antes del descanso.
La única mala para el líder fue la molestia de Centurión, que le dejó su lugar a Acuña.
En la segunda parte, el dueño de casa, con varios juveniles, lo fue a buscar sin demasiada convicción. Y la Academia se plantaba de contragolpe. De hecho, Bou tuvo dos chances claras en soledad, aunque parecía no estar en su tarde. Igual, después la hizo bárbaro: metió un pase espectacular para Milito, que gambeteó a Caranta y, con el arco vacío, sentenció el 2-0.
Encima, Hauche, que había entrado por Bou, robó una pelota en la salida del Canalla y la puso para Milito, que otra vez apareció solo y castigó para liquidar la historia y darle a su equipo el 3-0 definitivo, el de los sueños grandes de ilusión para los de Cocca. Porque este año de Avellaneda...
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