QUILMES: Se suman más quejas contra el proyecto Nuevo Quilmes

QUILMES: Se suman más quejas contra el proyecto Nuevo Quilmes
A 14 kilómetros de Capital Federal, más precisamente en Bernal, empresarios están construyendo un barrio cerrado cuyo atractivo principal es la presencia de agua. Vecinos alertan sobre el desastre ambiental que provocará el emprendimiento
En la autopista Buenos Aires-La Plata, en Bernal, siguen las quejas de los vecinos de Villa Alcira porque se está construyendo el barrio privado Nuevo Quilmes, seriamente criticado por lugareños de la zona, que hicieron llegar su reclamo hasta la Justicia Federal. Y los cuestionamientos se siguen sumando como el de organizaciones ambientalistas que plantean condicionantes para el mega emprendimiento inmobiliario que provocaría serios daños ambientales. A 14 kilómetros de Capital Federal, empresarios están construyendo un polémico barrio cerrado cuyo atractivo principal es la presencia de agua. Innovación y desastre ambiental son las dos categorías posibles que tiene el emprendimiento. "Se destacará un lago principal de más de un kilómetro de largo, del cual se desprenderán varios canales laterales, totalizando una superficie de 100.000 metros cuadrados de espejo de agua", figura en el sitio de Caputto SA, una de las empresas que desarrollan el emprendimiento. Pero para lo que unos es una innovación por los espejos de agua, para otros es la causa de un posible desastre ambiental. Pegada a Nuevo Quilmes está Villa Alcira. Los habitantes de este barrio prendieron la alarma cuando descubrieron que en el terreno lindero de 100 hectáreas, en donde antes funcionaba Startel, estaban haciendo excavaciones y, al mismo tiempo, levantando la cota. A raíz de esto, vecinos y fomentistas de la zona iniciaron una demanda. En ella expresan que radicaron una presentación ante la Defensoría del Pueblo "por el daño ambiental de relevante efecto que se estaba realizando con el movimiento de suelos de más de 3 millones de toneladas que formaban una tosquera". En abril cursaron notas a la Autoridad del Agua de la Provincia (ADA), a la dirección provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas y a la dirección provincial de Minería, pidiendo las autorizaciones correspondientes. La respuesta de la ADA fue contundente: "la obras de movimientos de suelo para extracción de áridos (tosca) y conformación de espejos de agua y relleno de sectores bajos no se encuentran autorizadas por esta Autoridad del Agua, revistiendo las mismas el carácter de clandestinas, correspondiendo la notificación de la paralización tal de las obras". Ambas respuestas están firmadas por el vicepresidente de la entidad gubernamental, Adrián Biglieri, y por el agrimensor Hugo Adrián Dabos, del departamento de Límites y Restricciones al dominio. Preocupación

Los desarrolladores hablan entonces de la formación de lagunas como una atracción que tiene el barrio. Para los vecinos, esto podría dar lugar a un desastre ambiental porque se trata en realidad de "una cava de 14 hectáreas por 8 metros de profundidad y de 5 canales a semejanza de calles cuyos productos se utilizaron como relleno, y que provocarán un riesgo de inundación a la región muy importante". Un dato cuanto menos llamativo es que Nuevo Quilmes a pesar de no dar respuesta a los vecinos, sigue adelante con las obras constantemente, sin reparos en los daños al medio ambiente o a la demanda de la gente que desde hace décadas viven en la zona y a quienes nadie escucha.

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