Ya llegó a 66 la cuenta de los heridos a causa de la explosión en el depósito de químicos de la calle Avellaneda al 2.900 del barrio Alta Córdoba ocurrida anoche y que dejó además numerosas viviendas con techos caídos y las aberturas destruidas.

Cuatro de los heridos están muy graves confirmó esta mañana a Clarín el ministro de Salud cordobés, Francisco Fortuna: “Entre ellos, una mujer de 70 años que sufrió una descompensación cardiovascular severa y un muchacho con traumatismo de cráneo. Ambos están internados en el Hospital de Urgencias”.

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El ministro agregó: “En el Policlínico Policial están internados un comisario y un bombero que resultaron afectados cuando concurrieron a sofocar el incendio y sufrieron las consecuencias de la explosión. Ambos están evolucionando bastante bien”.

La mayoría de los heridos, poco más de 40, fueron atendidos en las inmediaciones del depósito siniestrado por 15 ambulancias dispuestas en el cordón sanitario; y los lesionados más seriamente fueron trasladadas a los hospitales de Urgencias, al Instituto del Quemado y al Policlínico Policial, informaron desde la Provincia y la Municipalidad de Córdoba.

La explosión que se sintió en toda la ciudad de Córdoba y en localidades vecinas como Villa Allende y Mendiolaza. Se produjo en un depósito de Químicos Raponi ubicado en Avellaneda 2943, casi Góngora.

 Anoche, el intendente capitalino Ramón Javier Mestre recorrió el lugar de la explosión y aseguró que el predio estaba autorizado para funcionar como industria y que contaba con habilitación por parte de la Dirección de Bomberos de la Policía. “Se había hecho una inspección hace tres meses y todo estaba en orden”, dijo Mestre.

El gobernador José de la Sota también recorrió la zona y trató de evadir responsabilidades: “No es de mi jurisdicción, tendrán que preguntarle a las autoridades locales”, respondió cuando le preguntaron sobre la habilitación del lugar. Sin embargo, la Dirección de Bomberos, que depende de la Policía, es quien autorizó su funcionamiento.

Los daños en las viviendas y comercios llegaron a un radio de cinco cuadras; y durante la madrugada, pese a que se montó un operativo de seguridad, hubo saqueos de vidrieras.