A punto de saturarse el relleno sanitario municipal

A punto de saturarse el relleno sanitario municipal

Los destrozos materiales del huracán Otis se acumularon por toneladas junto con materia orgánica en descomposición y abarrotan el relleno sanitario municipal. Pese a la ingente labor de recolección, la basura se amontona en zonas pobladas, con graves riesgos sanitarios.

ACAPULCO. El tráfico de camiones cargados de basura en el relleno sanitario municipal se mantuvo durante el lapso de más de una hora que la reportera recorrió el lugar la tarde del viernes 17. Unos 400 vehículos recolectores llevan a diario hasta el tiradero unas siete mil toneladas de la basura que dejó el huracán Otis, la cual mantiene al puerto en riesgo de una alerta sanitaria.

En la zona turística más importante de Acapulco, dividida en tres partes (tradicional, dorada y diamante) aún hay basura, pero se nota que esta área es prioritaria. Allí ya fueron reactivadas actividades económicas como la venta de comida. 

En la costera Miguel Alemán, que recorre la zona dorada, todavía salen malos olores y merodean moscas. La basura de todo lo que derribaron los vientos está mezclada con la materia orgánica descompuesta por la falta de energía eléctrica, que a decir de los pobladores todavía no se restablece por completo.

No obstante, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reportó que el servicio ya está normalizado, aun cuando se revisa “colonia por colonia y casa por casa” las instalaciones particulares.

Aún así, el escenario en la costera es mucho mejor al de otras zonas menos apremiantes para las autoridades de los tres niveles, que siempre han destacado la dependencia económica del turismo.

Para comprobar que unas áreas importan menos que otras no hace falta alejarse mucho de la vía turística. En el perímetro del zócalo, los cerros de basura son altos. Los habitantes ya se dieron cuenta de eso y no están dispuestos a permitirlo.

En el barrio tradicional de La Guinea, donde todavía operan algunas oficinas municipales, en protesta por la acumulación de los desechos en sus casas los acapulqueños decidieron depositarlos en las inmediaciones del edificio del viejo Ayuntamiento. Según la señora Lourdes Clavel, temen que surjan enfermedades infecciosas, como la fiebre tifoidea,

Problema de salud / Foto: Miguel Dimayuga

En algunos montones de basura más pequeños que hay en la zona, los vecinos han dejado lonas para convocar a otros a que la lleven hasta el viejo edificio municipal. “Favor de tirar la basura en el H. Ayuntamiento para que pase la CFE” y “Evita focos de infección, lleva la basura al Ayuntamiento”, se lee.

En zonas distantes a la costera Miguel Alemán, la gente comenzó a quemar sus residuos, al parecer para tratar de aminorar malos olores. Hubo días que se observaba un denso humo en el puerto.

En otros lugares la gente ha tirado la basura en los carretones que dan el servicio a cambio de pago, pero que intentan cobrar hasta 300 pesos, denunció una vecina de la colonia Hogar Moderno. 

El relleno “no da para más”

Solo funciona una celda de las tres con que cuenta el relleno sanitario y le resta capacidad para unos dos meses más, estima la funcionaria municipal encargada del lugar, Graciela Gómez.

Antes de la contingencia, se planeaba que dicha celda se utilizaría un año más, mientras que las autiridades –incluido el gobierno de la alcaldesa Abelina López Rodríguez– construían una celda emergente en un terreno adyacente de más de100 hectáreas.

“Esta celda estaba terminada ya para dentro de un año –explica Gómez–, pero ya con la basura que nos han estado trayendo se va a terminar (de llenar). Ya se está por comenzar una celda nueva que aparentemente empiezan a fines de este mes.

“Estamos recibiendo de 700 a 800 viajes diarios de basura. Llegan de seis mil a siete mil toneladas diarias. Tenemos equipo, maquinaria. Por órdenes de la presidente estamos trabajando las 24 horas; no dormimos, no paramos”, agrega.

La recolección promedio diaria antes del huracán era de entre 600 y 800 toneladas de basura, de acuerdo con el Ayuntamiento de Acapulco.

En el último de sus reportes, con fecha 16 de noviembre, la alcaldía informó que llevaban recolectadas 55 mil 500 toneladas de desechos desde el 25 de octubre. Es decir, en 23 días posteriores al huracán se juntó lo de unos tres meses. No obstante, todavía no es suficiente.

Al relleno sanitario entran los vehículos recolectores uno tras del otro. Llevan rotuladas siglas de instituciones públicas como el Ayuntamiento de Acapulco, el Ejército y la Marina, pero también de otros sectores, como la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). Se entiende que ya están sumados a las actividades de limpieza 150 vehículos prestados que hace unos días anunció la alcaldesa.

La funcionaria Norma Gómez compartió que después del huracán es común que haya tráfico en el relleno. Esto generó cambios en su trabajo, porque hicieron a un lado el PET por fierro y lámina, que sobran en el tiradero y cuyo precio bajó a dos pesos por kilo. “Es demasiada basura, demasiada”, insiste.

En el relleno sanitario, además de los camiones, trabajan permanentemente máquinas pesadas que remueven los desechos para abrir espacio a las siguientes descargas.

Dengue, otro riesgo

Los empresarios, comerciantes y prestadores de servicios turísticos dijeron que reactivarían sus negocios lo más pronto posible, en particular para el próximo periodo vacacional de diciembre. Hasta convocaron a los turistas a que vengan a Acapulco, porque dependen de ellos.

Por ahora los clientes que más se ven en los establecimientos abiertos de la costera son los trabajadores de la CFE y de compañías de servicios, como las de telefonía. Al inicio de la semana pasada lo que más se percibía en la zona eran los malos olores, pero han disminuido porque el viento los dispersa.

La secretaria de Salud de Guerrero, Aidé Ibarez Castro, enfatiza que la acumulación excesiva de basura en Acapulco es producto de un huracán nunca antes vivido y que ninguna autoridad tiene la capacidad para resolverlo tan rápido. Y aunque admite que en entrevista que hay casos de diarreas en el puerto, porque servicios como el agua no están restablecidos en su totalidad, aclara que no hay cólera.

Remoción de escombros / Foto: Miguel Dimayuga

En cambio, acepta que hay mil 800 casos de dengue en el estado, de los cuales mil 600 datan de antes del huracán. De los 200 casos recientes, informa que 10 se consideran graves.

Sin embargo, el plan de reconstrucción actualizado hasta el sábado 18 indica, en el rubro de salud, que desde el impacto de Otis Guerrero tiene dos mil 53 casos probables de dengue, 43 de ellos confirmados. “Acapulco de Juárez registra 263 casos probables y 14 confirmados, y Coyuca de Benítez, ocho casos probables sin casos confirmados al momento”, se lee en el concentrado.

La Secretaría de Salud del estado reportó que tiene garantizada la atención médica en seis hospitales con operaciones normales en el puerto y en Coyuca de Benítez, así como en 67 Unidades Médicas Móviles.

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