El 22 de  de marzo Juan Martín Parente y Natalia Elena Abdallah, dos profesionales de la salud oriundos de San Luis, viajaron rumbo a Asia. El 25 de abril se encontraban en Laos cuando ocurrió el sismo en Nepal.  Desde allí decidieron emprender rumbo a Varanasi (ciudad de India cercana a Nepal), no sin antes contactar a Médicos Sin Fronteras para ofrecer sus servicios a las víctimas de la catástrofe. Las circunstancias no fueron favorables y no pudieron concretar la travesía a la zona del terremoto. No conformes con el resultado y con ganas de ayudar, ayer consiguieron pasajes con destino a Calcuta. Allí tendrán una entrevista para conformar un voluntariado en  la casa de la Madre Teresa.

 

“Desde un inicio nuestros destinos eran la India y Nepal, donde los dos queríamos conocer al monje budista Matthieu Ricard y ofrecer nuestros servicios como voluntarios en su fundación. No teníamos un itinerario, pero habíamos destinado la mitad del viaje para estar en Nepal. Como íbamos armando todo sobre la marcha, lo dejamos para el final. Podríamos haber estado en esa catástrofe, pero gracias a Dios no fue así”, contó a El Diario de la República, Juan,  vía mail.

 

Juan es licenciado en Kinesiología y Fisioterapia,  trabaja en el área de rehabilitación neurológica del Hospital de San Luis y es profesor en la Universidad Católica de Cuyo. Natalia es médica psiquiátrica, es de San Luis pero vive en Córdoba. Los chicos estaban en Laos, cuando por las redes sociales comenzaron a ver las primeras noticias del sismo. “Al principio creímos que había sido una avalancha en el Everest, pensamos que no era grave, pero luego al ver los noticieros, nos dimos cuenta de la magnitud de la catástrofe. Natalia estaba muy mal por lo ocurrido, no podía pensar en otra cosa”, expresó el joven.

 

Los amigos decidieron actuar. Natalia logró contactar por mail a colegas de Médicos Sin Fronteras, una organización médica y humanitaria internacional, explicó que estaban cerca del área del desastre y puso a disposición el servicio de ambos. Pasaron un par de días y no recibieron noticias de la organización. Hicieron todo lo que estuvo a su alcance pero no pudieron concretar la partida. Ya en Varanasi, una ciudad de la India que está cerca de Nepal, decidieron modificar el rumbo.

 

“Casi unos 650 kilómetros nos separan de Calcuta. Hoy (por ayer) conseguimos pasajes para viajar. Vamos a entrevistarnos el viernes para ser voluntarios en la casa de la Madre Teresa. Empezaríamos el lunes. Dios quiera todo salga sin inconvenientes. Éstas son situaciones que nos ponen al límite. Es imposible no vincularlas con nuestras profesiones y valores”, finalizó Juan Parente.