El departamento Comandante Fernández podría tener una extraordinaria campaña de girasol si se cumple la proyección que indica que, tras las lluvias, la base de siembra sería de treinta mil hectáreas, con la posibilidad de que se alcancen las cuarenta mil si el clima sigue acompañando.
Con las condiciones adversas que se presentaban antes de las precipitaciones pluviales que sorprendieron gratamente en agosto, ya algunos chacareros habían sembrado girasol aun con escasez de humedad edáfica. “Pero el real movimiento se aprecia ahora porque, con no menos de ciento veinte milímetros acumulados, los más precavidos dejaron de lado la duda y comenzaron a trabajar en la campaña girasolera”, comentó el profesional de la institución nacional que trabaja con el campo.
“Las lluvias de la semana pasada y los pronósticos de nuevos aguaceros otorgan la condiciones favorables para mantener la intención de siembra o bien aumentar la superficie; las proyecciones señalan que el piso de siembra será de treinta mil hectáreas, y no sería de extrañar que se sumen más lotes a esa base”, alentó el ingeniero Ferber que trabaja con las cooperativas y los medianos productores del área del domo central agrícola.
La expectativa con la oleaginosa aumenta con cada milímetro de lluvia y no son pocos los que creen que en el Comandante Fernández se llegará a las cuarenta mil hectáreas del grano aceitero.
Fundamentos de las treinta mil hectáreas
El departamento de la segunda ciudad del Chaco en los últimos años agrícolas no sobrepasó las veinticinco mil hectáreas de girasol, por lo que la campaña presente con la proyección base ya es excepcional. “Siempre teníamos el tiempo compartido con el sorgo o con otros cultivos que tomaban más lugar en la superficie del distrito y competían directamente con el girasol que, a diferencia de este año, es el cultivar que se impone gracias al recupero de la humedad”, explicó Otto Ferber.
“Lo que se sembró en el período anterior a las lluvias no tendría que resembrarse porque las plantas ya estaban emergiendo, lo que deja al productor tranquilo para avanzar con la siembra en otros lotes que seguramente le quedaron sin cultivar”, añade. Sucede que el chacarero que sembró con una mínima cuota de humedad no arriesgó todos sus lotes, pero con los más de cien milímetros esas chacras que quedaron sin trabajar definitivamente serán cultivadas con girasol.
Competencia de malezas
La humedad favorece a los cultivos pero también alientan el crecimiento de las malezas, “lo que obliga al productor a mejorar las labores para eliminar la materia verde que puede competir con el girasol”.
“En los primeros estadíos el productor debe estar atento a las malezas e implementar todos los tratamientos y trabajos que permitan eliminarlas; especialmente en este momento en el que están en activo crecimiento se deben aplicar eficazmente los herbicidas en presiembra y preemergencia, utilizando el producto correcto y más efectivo para lo cual es necesario que el productor ajuste todas las condiciones de aplicación”, recomendó el ingeniero Otto Ferber.
El algodón es una opción
En lo referido a los lotes que podrían destinarse al algodón el profesional del INTA entiende que “el girasol no necesariamente le quitará tierras al textil”. “El productor es el que decide sobre lo que le conviene o no y el sembrado del producto regional podría ser una opción para algunos agricultores, especialmente para aquellos que no apuestan a un solo cultivo”, dicen los técnicos.
Las condiciones para sembrar algodón este año se consideran favorables, agronómicamente hablando, porque se arrancaría con menos población de picudo, que es la plaga que en la campaña 2010-2011 acobardó al mediano productor del centro.
No a la soja primavera
El algodón no se descarta como opción para el nuevo año agrícola, beneficiado por las lluvias de la última quincena del mes, siendo la soja primavera el cultivo descartado para sembrar en esta época. “El grano estrella con la siembra en el trimestre primaveral no tiene buenos antecedentes en el departamento Comandante Fernández”, refiere Ferber. En este sentido agrega que “las malas experiencias de años anteriores difícilmente permitan contar hectáreas con soja primavera en la zona centro, más vale reservar los lotes para sembrar el poroto en diciembre o en los primeros días de enero”.
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