La obra que se lleva adelante con la draga Mendoza 259-C alcanzó un nuevo objetivo, en el denominado canal alternativo. Ahora, avanzará para lograr que similares condiciones tengan lugar en el canal principal. Un problema eterno
El relevamiento ordenado por el Consorcio Regional Portuario Mar del Plata se realizó sobre la denominada enfilación 216°, actualmente utilizada para el ingreso y egreso de buques que operan en la terminal marítima marplatense; tal cual ocurrió con la escala de grandes naves de armadas de distintos países que coincidieron aquí en vísperas del inicio de maniobras navales del operativo Unitas.
Entre aquellas, el buque logístico de la Armada Argentina “ARA Patagonia” que desplaza aproximadamente 18.000 toneladas , tiene una eslora de 157 metros, una manga de 21,2 y 8,60 de calado. La obra que se lleva adelante con la draga Mendoza 259-C, perteneciente a la Dirección Nacional de Puertos y Vías Navegables, avanza ahora hacia el frente Sur en busca de atacar el banco de arena a los efectos de devolver profundidad al canal original, conocido como enfilación 238°.
“Los estudios técnicos realizados este mes nos confirman que la menor profundidad del canal alternativo es de 9,50 metros”, aseguró el ingeniero José Pérez de la Sierra, responsable técnico de la obra de dragado.
La recuperación del acceso a la terminal local se logra a partir de una inversión realizada por el gobierno nacional con una draga y personal del Estado. El primer paso se había dado en febrero último, cuando se garantizaron condiciones para ingreso de los grandes veleros que recalaron aquí en el marco de la regata Velas Sudamérica 2010.
Este nuevo objetivo permite confirmar una profundidad mínima de 9,50 metros tomando como referencia la marca cero fijada por Hidrografía Naval. La obra continúa y la draga Mendoza 259-C avanza hacia el frente Sur para remover el banco de arena allí formado. “En sectores que tenían 4,5 metros de profundiad ya se ha pasado a puntos de hasta 8,50 metros”, explicó Pérez de la Sierra para resaltar los cambios positivos que confirman los últimos estudios batimétricos.
El plan de acción apunta ahora a establecer entre ambos canales un cono de profundidad que permitirá disminuir el ángulo de quiebre para el ingreso de las embarcaciones. Esto permitiría operar con mayor seguridad a los buques de mayor eslora que ingresen o partan desde esta terminal.
La obra mantiene también los trabajos que se ejecutan dentro del espejo interior del puerto local, tanto en el canal como a pie de muelles. En estos momentos las tareas se concentran en los sectores 8 y 9, que es donde normalmente hasta semanas atrás amarraban los buques porta contenedores, a efectos de garantizar un fondo limpio y con la máxima profundidad que pueda aportar ése espacio de la terminal.
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