En aquella ocasión, el 22 de marzo de 2002, junto a Daniel Antonio Zamorano, Espiasse trató de huir del penal bahiense, colocando un explosivo en el muro que da a la calle De Angelis, mientras más de 30 reclusos jugaban al fútbol.

Para ello, utilizaron tres bombas de fabricación casera, aunque sólo una de ellas detonó, por lo que el boquete no se abrió.

Luego, en marzo de 2006, el Tribunal en lo Criminal Nº 3 condenó a Espiasse y Zamorano a 5 años y un mes de prisión, como coautores de tenencia de material explosivo.

Por otro lado, en Neuquén lo vincularon al asesinato del sargento Gabriel Jara, ocurrido en 1998, homicidio que cometió en complicidad con otros dos delincuentes.

Espiasse, en reiteradas ocasiones, incurrió en el cambio de identidad para mantenerse prófugo, con el nombre Matías Nicolás Lago González.

Sus antecedentes se registran en Chubut, Mar del Plata, General Roca y San Antonio Oeste, donde la policía se declaró en alerta ante su posible presencia.