La agrupación, encargada de delinear la iniciativa, tiene como objetivo “visibilizar y desnaturalizar” el acoso callejero que sufre la mayoría de las mujeres de forma cotidiana tanto en el ámbito público como el privado.

La organización realizó el domingo una convocatoria general en el Obelisco, en el marco de la semana mundial contra el acoso callejero, donde se realizó una pegatina por todo el centro porteño con consignas que apoyan la causa y con frases que padecen las mujeres a diario. También juntaron firmas a favor del proyecto de ley que será presentado el jueves en la Cámara de Diputados.

Según le explicó a Info Región la coordinadora de zona sur de Acción Respecto, Tamara Kallsen, el proyecto “busca concientizar a través de la prevención pero también penalizar a través de multas”. Hasta el lunes, la agrupación había juntado, sólo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “alrededor de 1500 firmas sin contabilizar las recaudadas en Córdoba, la Plata, Mar del Plata y otros lugares”, indicó.

La problemática. El acoso callejero es una realidad que vive la mayoría de las mujeres a diario, tanto en el ámbito público como el privado. Es una problemática arraigada en la sociedad desde hace años y, en consecuencia, naturalizada por muchos y relativizada por otros que consideran algunas de sus manifestaciones como parte del “ser caballero”.

Tal es así que Tamara cuenta que “hay chicos que crecen con la idea de que pueden decirle lo que quieran a las mujeres, en cualquier momento y sin pedir su consentimiento”.

Desde Acción Respeto califican como “logro” el hecho de haber instalado el término de “acoso callejero” a un fenómeno que antes era minimizado como un simple “piropo”. Y ponen el acento en la educación como uno de los factores decisivos para combatirlo.

La organización. Fue fundada por Verónica Lemi en abril del año pasado y ya tiene más de 120 mil “me gusta” en su página de Facebook. La coordinadora de zona sur señaló que el objetivo de Acción Respeto es “visibilizar y desnaturalizar el acoso callejero”. Para ello, realizan pegatinas en las calles, reuniones en lugares públicos para difundir la causa y hasta intervenciones en los medios de transporte.

La agrupación cuenta con coordinadores en: CABA; zona oeste; zona sur –tiene más de 100-; Mar del Plata; La Plata; Córdoba; Chaco; Corrientes; Tucumán y otros bloques más reducidos dispersos por el resto del país.

Con respecto a si cree que existe una solución para esta problemática, Tamara Kallsen opinó que “sí, porque es un problema social y cultural, y como tal es modificable”. “Tiene que haber intención de cambio y en esto la educación es importante”, concluyó.