Preocupación por la falta de gas envasado en Rafaela

La situación sólo encuentra precedentes varias décadas atrás en el tiempo y comprende a las garrafas de 10 y 15 kilos, por ejemplo, en la jornada de ayer, no fue posible conseguir en ningún comercio de la ciudad, que por otra parte se ven seriamente afectados por la situación en varios aspectos, además de repercutir la escasez en el sector menos pudiente de la población.
Unos diez minutos en uno de los comercios dedicados a la venta de gas envasado -ubicado sobre calle Mitre- fueron suficientes para que el cronista de CASTELLANOS pueda observar corroborando "de primera mano" no sólo las versiones circulantes en la ciudad sino los dichos del propietario del local, denominado "Casa Tell".

Su esposa atendía frenéticamente uno tras otro a los incesantes llamados telefónicos mientras anotaba los pedidos en un grueso cuaderno, y entre uno y otro nos comentó "y además en pocas horas tuve otros 30 mensajes en el contestador".

Mientras tanto, los clientes se acercaban preguntando con resquemor, casi adivinando la negativa: uno de ellos, una vecina confió que "me he recorrido toda la ciudad y no hay gas".

"Quedate un ratito y te vas a divertir acá", dijo el dueño del comercio en cuestión, con un toque de humor a una situación que definió como "estresante y dramática, a la próxima entrevista me la vas a hacer en un psiquiátrico".

"Llegamos al punto de interconectarnos los distintos vendedores de gas de Rafaela para ir mandando los clientes hacia el lugar en donde ocasionalmente tiene".

Es que el comerciante, además de verse afectado en sus ingresos por su actividad, se nota bastante desgastado por las situaciones "como podés ver, a cada rato tengo que decir lo mismo, que no hay ni sabemos cuándo habrá, además muchos vienen desesperados, con planteos de urgencias, que es para gente enferma, o que no tiene para calentar la comida a sus hijos, es desesperante".

"Además, cuando nos traen gas al poco tiempo se acaba, y mucha gente se enoja con nosotros", agregó.

"Por otra parte los proveedores nos vienen entregando menos cantidad de los que pactamos".

La problemática si bien afecta también a los tubos de 45 kg, lo hace en menor medida: "También escasean los tubos, pero por una cuestión de falta de espacio para trasladarlos en las jaulas de los camiones".

En tanto, sobre los envases más chicos actúa con fuerza la demanda en función del precio subsidiado: "Mucha gente incluso abandonó el uso de los tubos, que tiene el precio real, liberado, por la garrafa que venía costando 16 pesos, por ejemplo, aunque ahora por este gran problema ya el precio de la misma garrafa de diez kilos se fue a 28 pesos".

Para Tell, todo el problema radica entonces en el subsidio al precio en garrafas "igualmente, a pesar del aumento a 28 pesos estamos hablando de un costo no real, ya que de lo contrario al público debería estar costando unos 45 pesos, gas hay, el tema son los precios."

Y agregó: "Esto ya se sabía desde antes del verano que iba a ocurrir, incluso en Enero llegábamos justo a satisfacer la demanda y desde el Estado no hicieron nada, y fijate que todavía no hizo mucho frío".

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