La situación es preocupante tanto para los padres como para los docentes y personas que se desempeñan en estos lugares que no cuentan con ningún tipo de control y tienen a cargo nada menos que a los niños.
El escándalo desatado en San Isidro con las escuchas realizadas a maestras del jardín Tribilín maltratando a los pequeños, dejó al descubierto el agujero negro en el que se mueven algunas de estas instituciones que se promocionan como jardines maternales pero que no tienen habilitación para funcionar como tal.
Aspectos legales
Con la puesta en vigencia de la Ley Provincial de Educación (2007), la educación Inicial que antes abarcaba de los 3 a los 5 años, comprende ahora el período que va de los 45 días a los 5 años (los últimos dos años son obligatorios). De esa forma, los jardines maternales deben encuadrarse bajo las mismas condiciones y controles que tienen los jardines de infantes, escuelas primarias o secundarias. El gran tema es que no lo hacen y funcionan, al igual que Tribilín, "amparados en cartelería que los promociona como jardín maternal o de infantes, pero no lo son", aseguró Patricia Rodríguez, secretaria general del Sadop General Pueyrredon. "Son alrededor de 35 a 40 los jardines maternales de Mar del Plata que están en esta situación irregular", precisó la secretaria y acotó: "Algunos están mal en forma completa, y hay otros casos de jardines que por ejemplo a la mañana están reconocidos por Dipregep, pero a la tarde no".
Un poco de historia
En diálogo con LA CAPITAL Rodríguez aseguró que desde 2008 como gremio vienen trabajando con "preocupación" en la temática de los jardines maternales.
"Mantuvimos reuniones con la Municipalidad y Dipregep en varias oportunidades. Se avanzó con algunas instituciones que estaban fuera de la ley, pero todavía quedan muchas", especificó la sindicalista.
Asimismo se cuestionó: "Hay dos leyes (Nación y Provincia) que contemplan la creación y funcionamiento de los jardines maternales, entonces cómo puede ser que en el municipio de General Pueyrredon existan y nadie los controle. O sea, son clandestinos" .
Según Rodríguez, los avances que se lograron con las legislaciones se "estancaron" con dos resoluciones (358/2009 y 108/2012 de Dipregep) que habilitaron a estos lugares a funcionar amparados en cuestiones sociales.
"El tema que dejó en una nebulosa todo fue que en Dipregep a nivel provincial se presentaron disposiciones que decían que los jardines maternales que no puedan o quieran encuadrarse como tales, se les permitirá realizar "acciones intersectoriales con los municipios, servicios locales de protección de los derechos del niño, Ministerio de Desarrollo Humano y demás organismos que tienen a su cargo asegurarse el efectivo goce de los derechos reconocidos en la Constitución Nacional", comentó.
"Fuera de control"
Bajo esta normativa el jardín maternal que "no quería encuadrarse dentro del sistema educativo podía quedar como uno que brindaba un servicio asistencial. Esto quiere decir que no está controlado por nadie", afirmó.
En este contexto la titular del Sadop reconoció que "tampoco se puede salir a cerrar todos los jardines porque es real que hay una necesidad y una falla por parte del Estado con los maternales" que tanto en Mar del Plata como en casi toda la provincia, la mayoría "son privados". Y agregó que "hay que tratar de encuadrarlos dentro del sistema educativo". Mientras que los que "no pueden sumarse porque económicamente no les dan los números o el edificio no se puede acomodar a la reglamentación, deberán dejar de llamarse jardines maternales porque si no están vendiendo algo que no son y reitero, no están controlados por nadie". Al respecto aclaró: "Esto no es culpa de los inspectores porque la verdad es que en Mar del Plata han trabajado mucho tratando de encuadrarlos, pero con esta disposición nos encontramos con una realidad acerca de la cual discutimos muchísimo".
Alternativa
Desde el Sadop consideraron que una solución al tema podría ser que la Municipalidad, a través de su Secretaría de Educación, cree un registro único de instituciones no reconocidas por Dipregep. "De esta manera la gente podría consultarlo y la comuna tenerlos registrados", aseguró.
"La realidad es que si son jardines tienen que estar dentro del sistema educativo, sino lamentablemente los propietarios de estas instituciones tendrían que pensar en poner otra cosa, pero no un jardín maternal", dijo terminante la gremialista. A la vez que remarcó: "Esto implica mucha responsabilidad y cuando no pasa nada está todo bárbaro y duran años así. Pero cuando sucede algo puede ser terrible".
Por otra parte Rodríguez explicó que como gremio en estos jardines se encuentran con situaciones tales como "docentes que tienen sueldos que no corresponden, que los encuadran como empleados de comercio, no les aportan a la caja docente, no les pagan asignaciones familiares, trabajan a destajo, no les reconocen el régimen de licencia..., es una precariedad terrible".
Por último la titular del sindicato que nuclea a los docentes privados fue contundente: "Para abrir un jardín maternal o de infantes sí o sí hay que tener la aprobación de Dipregep o por lo menos, la presentación de la carpeta, y después darle la habilitación". Porque reiteró: "Amparados en las resoluciones que atiende a la población de 45 días a 2 años en forma asistencial, no pedagógicamente, quedan sin control".
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